Mi estadía en el Leonardo Royal Hotel Barcelona Fira fue excepcional. Disfruté de las impresionantes vistas desde la piscina de la azotea, mientras saboreaba una bebida fría. El personal amable y servicial hizo que mi experiencia fuera inolvidable. Además, la decoración elegante y los interiores lujosos del hotel crearon un ambiente realmente acogedor.

Quizás lo peor es la ubicación, a pesar de que a poca distancia hay una boca de metro, el hotel está un poco alejado del centro de la ciudad, a unos 35 minutos en transporte público.

Nos gustó mucho la decoración moderna y el diseño impresionante del hotel. Las instalaciones estaban en perfecto estado y eran muy confortables. Además, el personal fue súper atento e intentó arreglar los pequeños problemas que tuvimos con la calefacción.

Por otro lado, nos faltó el servicio de cena en el hotel. Llegamos cansados de un día de no parar y solo queríamos tomar algo y descansar, pero no había opción de cenar en el hotel.

Las habitaciones son amplias, limpias y ofrecen un ambiente cómodo. Además, disponen de un minibar y una máquina de café, lo cual fue excelente para mí.

Lo que menos me gustó fue que éramos tres personas en la habitación, pero la tercera persona que también paga como un igual en la habitación tiene una cama tan dura como una piedra. Era incómodo dormir en ella.

El hotel nos encantó. Es moderno, limpio y tiene todas las comodidades que necesitas. El desayuno es variado y de buena calidad. El personal es amable y atento, especialmente Javier, quien nos dio muchos consejos útiles. cuenta con servicios adicionales como consigna, piscina y café-bar. La ubicación es conveniente, con fácil acceso al transporte público y varias opciones para desayunar en los alrededores. Muy recomendable.

Es difícil recordar algo negativo.

Los mejores aspectos de este hotel son la limpieza impecable, las modernas instalaciones y la ubicación en el centro de la ciudad. Las habitaciones son cómodas y espaciosas, con todas las comodidades necesarias como cafetera, nevera y secador de pelo. Además, el desayuno buffet es completísimo y el personal es amable y atento.

Nada, todo bien. En este hotel no encontramos ningún aspecto negativo.

Este hotel tiene una ubicación perfecta, en el centro de la ciudad pero en una zona tranquila. Además, las habitaciones tienen unas vistas estupendas gracias a sus grandes ventanas. Otro aspecto destacado es que cuenta con muebles nuevos que le dan un aspecto moderno y elegante. Por último, el desayuno es excelente, especialmente si eres vegetariano, ya que ofrecen opciones deliciosas.

Nada que mejorar, todo estuvo genial.

El hotel está en una ubicación excelente, cercana a la estación de metro y a los medios de transporte público. Además, se encuentra en un barrio tranquilo. Las habitaciones son cómodas y limpias, con detalles como cafetera y tetera que reponen cada día. El personal es muy amable y servicial, haciendo que te sientas bienvenido desde la llegada hasta la partida.

Hubo una incidencia molesta en la que nos llamaron a la habitación cerca de la hora de salida para recordarnos que teníamos que dejarla a tiempo.

Nos encantó la modernidad y la limpieza del hotel, así como su espaciosidad tanto en las zonas comunes como en las habitaciones. El personal fue amable y atento, solucionando todas nuestras dudas. nos gustó mucho la decoración. Además, la ubicación era relativamente buena, ya que estaba cerca del centro de la ciudad. Otra ventaja fue la facilidad para aparcar en las cercanías.

Hubo algunos aspectos que no nos gustaron. La tarjeta de parking que pagamos no funcionó en ningún momento, lo que nos causó inconvenientes y tuvimos que ir varias veces a recepción para solucionarlo.

La decoración del lugar es impecable, con habitaciones limpias y espaciosas. El buffet de desayuno está completo y el personal es amable. Las vistas desde las habitaciones son inmejorables y se nota que cuidan los detalles, como una botella de bienvenida. Volvería sin dudarlo.

La ubicación del hotel es perfecta si quieres ir al Palau Sant Jordi, pero si buscas visitar las Ramblas, la Sagrada Familia, el Parque Güell, puede que esté un poco alejado. Sin embargo, esto se puede solucionar fácilmente tomando un taxi, ya que siempre hay alguno en la puerta del hotel. Lo que más nos gustó del hotel fue su aspecto completamente nuevo, el personal maravilloso, las habitaciones estupendas y el excelente desayuno.

Cuando hice la reserva, me cobraron dos veces el hotel, una vez con mi tarjeta Visa y luego nuevamente en el hotel, esta vez incluyendo las tasas. Me dijeron que me devolverían el dinero una vez que saliera del hotel, pero hasta el día de hoy no ha sido así.

Nos encantó la ubicación del hotel en esta ciudad. Está en el centro de Barcelona, cerca de los medios de transporte público y de la estación de metro. Además, está ubicado en una zona tranquila, lo cual fue muy agradable. vale la pena mencionar las instalaciones del hotel, como la piscina en la azotea del piso 11. ¡Fue genial! Además, la limpieza de las habitaciones era impecable y el buffet de desayuno estaba super completo. Por último, el personal fue muy amable y atento a todas nuestras dudas.

Todo era lo que quería y necesitaba.

Me encantó la ubicación, ya que está muy cerca de la estación de metro. Además, la habitación era muy bonita y estaba limpia. El desayuno tenía variedad y estaba muy bueno.

El único aspecto negativo fue que la cisterna del baño se estropeó dos veces en dos días por culpa de una fuga en la piscina.

El hotel está ubicado en una zona tranquila, en el centro de la ciudad, cerca de los medios de transporte público y de la estación de metro. Las habitaciones son amplias y cómodas, con todas las amenidades necesarias. El personal es extremadamente amable y el servicio de limpieza es impecable. Además, el hotel cuenta con internet rápido y consistente.

En algunas ocasiones puede ser difícil contactar al restaurante para solicitar servicio a la habitación.

El hotel es moderno, limpio y bien comunicado. Desayuno excelente. Buen ambiente y personal atento. Equipaciones completas.

Todo está bien.

Me alojé en el hotel Leonardo Royal Barcelona Fira como parte de mi viaje de tránsito. La conveniencia de estar muy bien conectado con el metro a través de una estación de metro/tren cercana fue una gran ventaja. Además, el hotel se encuentra a solo 10 minutos en coche de FGC - Provença, lo que facilitó mi acceso rápido a la red de transporte de la ciudad.

Experimenté un pequeño percance durante mi estancia cuando una de mis piezas de equipaje se extravió mientras estaba en el resguardo del hotel. Aunque el personal de recepción pudo haber mostrado una actitud más proactiva y responsable, afortunadamente, el problema se resolvió cuando el taxista que se llevó a otros pasajeros trajo de vuelta la pieza faltante.