El equipo humano, recepcionista, mozos. Lindas vistas y relajante estadía. Pileta en el snack bar. Arquitectura Jesuitica y interiores nuevos. Actividades culturales dentro del hotel. Buena atención del personal. Hermosa arquitectura y fachada. Buen desayuno y entorno paisajístico

Nada, todo bien.

Instalaciones amplias y bien equipadas. Piscina infinita con vista al río. Buena comida y atención en el restaurante. Personal amable y dedicado. Ambiente tranquilo y hermosos jardines. Volvería sin duda.

El desayuno es genial, con una amplia variedad de opciones deliciosas. El personal es amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar. Las habitaciones son cómodas y limpias, perfectas para descansar. La ubicación junto al río es simplemente espectacular, proporcionando vistas impresionantes y una experiencia relajante.

No me puedo quejar de nada.

Pileta con vista al río Paraná, personal agradable, desayuno abundante, precios razonables del restaurante, instalaciones completas.

Nada.

El hotel se encuentra junto al río, lo que brinda una hermosa vista y una sensación de tranquilidad. Además, según los comentarios, cuenta con una piscina infinita y un jardín bien cuidado. Las habitaciones son amplias y cómodas, equipadas con tecnología moderna como cerradura con tarjeta magnética, wifi, televisión por cable y aire acondicionado.

Según una opinión, el personal de recepción puede ser poco amable y mostrar una actitud negligente.

¡Qué experiencia tan maravillosa tuvimos en nuestro viaje familiar a Puerto Iguazú! Nos hospedamos en un hotel junto al río, con una ubicación perfecta para explorar las hermosas cascadas y el parque nacional. Nuestra habitación era espaciosa, ordenada e iluminada, con camas cómodas y un baño impecable. El servicio fue cálido y amable, y disfrutamos de un desayuno variado y delicioso cada mañana. Además, el hotel ofrecía instalaciones como piletas para que los más pequeños se divirtieran cómodamente. La vista del paisaje desde el spa y el gimnasio era simplemente impresionante. La única pequeña queja es que algunas calles de la ciudad estaban en mal estado y poco iluminadas. A pesar de eso, sin duda volveríamos a este hermoso hotel para disfrutar de unas vacaciones relajantes en Puerto Iguazú.

Me encantó la temática basada en los jesuitas, la comodidad de la habitación y la atención del personal. El restaurante ofrecía comidas exquisitas y la conexión con la naturaleza era maravillosa. Definitivamente volvería a este hotel.

Me sentí verdaderamente mimado, no tengo ninguna queja en absoluto.