El hotel está razonablemente cerca del centro de la ciudad, a pocas cuadras de distancia. Además, se encuentra cercano a la estación de autobuses, lo que resulta conveniente para los viajeros. La habitación era amplia y cómoda, con una vista increíble desde la ventana.

La actitud del personal dejó mucho que desear, con una dueña bastante hosca en su trato y empleados que te persiguen por todo el hotel.

Este hotel es una verdadera joya escondida en una colina con una vista espectacular. La relación calidad-precio es excelente, ofreciendo habitaciones pequeñas pero muy bien amuebladas y limpias. Además, el personal es amable y atento, haciendo que te sientas como en casa desde el momento en que llegas. La atención al detalle se refleja en el desayuno, que incluye una variedad de delicias caseras que te mantendrán satisfecho durante todo el día. Además, la ubicación del hotel es perfecta, lo suficientemente cerca del centro pero lo suficientemente alejado para disfrutar de la paz y la tranquilidad de la naturaleza.

Todo estuvo bien.

La estancia fue excelente! La amabilidad de los dueños, la decoración rústica, la vista preciosa y la cama confortable hacen de este hotel un lugar acogedor. El desayuno variado y la comida del restaurant con precios razonables son destacables. La habitación cómoda y limpia. ¡Volveríamos a ir sin dudarlo!

La atención familiar y la amabilidad de los dueños y el personal destaca. El desayuno ofrece una gran variedad de productos caseros. Las instalaciones en madera son hermosas y con vistas espectaculares. La ubicación es ideal, cerca del centro pero en un barrio tranquilo. Sin duda volvería a alojarme allí.