Mi estadía en este hotel fue realmente increíble. Primero, me enamoré de la hermosa vista desde el balcón del salón común, era simplemente impresionante. Además, las habitaciones eran muy cómodas y espaciosas, con todas las comodidades básicas que necesitaba para mi estancia. También me encantó el delicioso desayuno que ofrecían, con una amplia variedad de opciones para elegir. Y por si fuera poco, el personal fue extremadamente amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar y ofrecer recomendaciones sobre qué hacer y cómo moverme por la ciudad. Especialmente me gustó cómo se aseguraron de que tuviera todo lo que necesitaba durante mi estadía. Definitivamente, este hotel se destaca en brindar un excelente servicio y atención al detalle.

No tengo ninguna queja, todo estuvo bien.

Habitación amplia, cómoda y limpia. Desayuno completo y variado. Personal amable y servicial. Excelentes vistas y lobby acogedor con agua caliente siempre disponible. Buena ubicación cerca del centro.

Ningún fallo.

Cómodo lugar con buena atención y desayuno. Tranquilidad y vista increíble. Personal de aseo honesto al encontrar y dejar objeto perdido en la habitación. Recomendable tener auto debido a la distancia de servicios y paradas de colectivo. Buena opción para descubrir la hermosa Patagonia Argentina.

La Miralejos es un lugar encantador para hospedarse en San Carlos de Bariloche. Disfrutamos de una cama muy cómoda y una habitación bien preparada. El baño también era muy cómodo, con una bañera con hidromasaje que nos permitió relajarnos después de nuestras aventuras diarias. La vista del lago desde el alojamiento era simplemente asombrosa, tanto desde la habitación como desde la sala de estar. El desayuno fue satisfactorio, con buena variedad de opciones. La atención del dueño y del personal fue excelente, siempre atentos y dispuestos a ayudar. También destacamos la limpieza del lugar, impecable en todo momento.

Hubo algunos detalles mínimos de mantenimiento que nos parecieron importantes mencionar. La cortina de blackout en nuestra habitación era más corta que la ventana, permitiendo que entrara luz al amanecer.