Ambiente tranquilo, habitaciones amplias con hermoso balcón. Desayuno riquísimo con dulces caseros y jugo exprimido. Personal súper amable, siempre con una sonrisa y dispuestos a ayudar. Acceso a un parque lindo para disfrutar, aunque podría mejorar el wifi. Ideal para desconectar y relajarse un rato. ¡Volvería sin dudarlo!

El complejo hermoso, habitación cómoda, placas de calefacción, cama impecable, calidez de Vanesa y Rocío.

No hay quejas.

El servicio excelente y la ubicación cercana al centro fueron los aspectos destacados de este hotel. Además, las instalaciones estaban limpias y bien cuidadas, lo cual brindaba una sensación de comodidad. El desayuno era muy rico y completo, con opciones frescas y variadas. El personal fue amable y profesional, brindando consejos útiles sobre qué visitar y cómo hacerlo.

No hay quejas.

Increíble habitación, vista y desayuno. Gastón es un guía turístico excepcional. Excelente servicio en un lugar hecho con amor y atención al detalle. Personal amable y dispuesto a ayudar. Pequeños detalles hacen que quieras volver.

Este hotel sorprende por su excelente relación calidad-precio. Las habitaciones son amplias y cómodas, y algunas incluso cuentan con una terraza con maravillosas vistas hacia las montañas. Además, me encantó encontrar una estufa en el interior de la habitación, lo cual la hizo aún más acogedora. El desayuno es completo y variado, con la opción de pedir huevos al gusto. Sin duda, disfrutar de estas delicias mientras se contempla la vista de las montañas es algo maravilloso.

Todo estaba perfecto.

La ubicación cercana al centro permite un fácil acceso a la plaza y otros puntos de interés. Las habitaciones son amplias, cómodas y están decoradas con calidez. El personal es muy amable y siempre dispuesto a ayudar, brindando un excelente servicio. Además, el desayuno es variado y delicioso, con opciones para celíacos. se destaca el estacionamiento gratuito y la disponibilidad de terrazas con lindas vistas.

El único aspecto negativo es la falta de disponibilidad para más noches, lo que puede resultar frustrante para los turistas que deseen prolongar su estadía.

La Posada de Luz es simplemente excepcional. Cada detalle pensado para el huésped, desde la acogedora decoración hasta el delicioso desayuno casero. La habitación estaba impecable, con una cama grande y confortable. Disfrutamos de la hermosa vista desde la galería donde merendamos. nos encantó poder prender la salamandra para mantenernos calentitos. El personal fue amable y siempre dispuesto a ayudar. Sin duda, recomendaría este lugar a todos.

Hubo algunos inconvenientes durante nuestra estadía. El servicio de wifi era bastante malo y solo funcionaba en recepción.