Me encantaron las vistas panorámicas de las montañas circundantes, que ofrecían un entorno hermoso para relajarse. Además, la ubicación cerca de la ciudad fue muy conveniente, con fácil acceso a través del autobús o taxi. disfruté de las amplias instalaciones del hotel, que estaban bien decoradas y ofrecían comodidades como camas cómodas, Wi-Fi y caja de seguridad. Sin duda, estas características hicieron mi estancia más agradable y cómoda.

Hubo algunos aspectos negativos que me decepcionaron. En primer lugar, el desayuno buffet era bastante básico y no cumplió con mis expectativas.

El hotel está convenientemente ubicado justo enfrente de la estación de tren, lo cual facilita mucho el acceso para los viajeros que llegan en tren desde otras ciudades. Además, se encuentra cerca de la carretera principal, lo que hace que sea fácilmente accesible para aquellos que viajan en coche o en autobús.

La atención al cliente deja mucho que desear, ya que algunos huéspedes han mencionado que el servicio es inexistente o poco amable.

El hotel cuenta con elegantes instalaciones y una amplia sala de desayuno con variadas opciones. Aunque la habitación era pequeña, estaba bien climatizada y limpia. Ubicado en una zona industrial, cerca de paradas de tranvía y tren para llegar al centro rápidamente. Hermosa terraza para disfrutar de comidas y bebidas.

Amplias instalaciones para el desayuno. Variedad y calidad en la comida.- Fácil aparcamiento

Nada que disguste.

mi último viaje a innsbruck fue un descanso garantizado, pero mi estancia en rumer hof superó mis expectativas. a pesar de estar ubicado en una zona industrial, la parada de tranvía y tren estaban cerca y en poco tiempo llegaba al centro de la ciudad. las instalaciones del hotel eran encantadoras y la terraza era perfecta para disfrutar de una comida o bebida. el desayuno era variado y delicioso, con opciones para todos los gustos. en resumen, una experiencia espectacular.

la habitación era pequeña y el baño aún más. la ducha apenas cabía y no tenía bidé.