Nos encantó este lugar desde el momento en que llegamos. La ubicación es perfecta, cerca de la parada del tranvía y a poca distancia de la mayoría de las atracciones. Además, está en un barrio tranquilo y en una buena zona. El servicio fue impecable, el personal era muy profesional y servicial. Tuvimos una cálida bienvenida y pudimos disfrutar de una bebida de bienvenida. Las habitaciones eran espaciosas y estaban bien equipadas con todas las comodidades que necesitábamos, incluyendo aire acondicionado y minibar. nos quedamos impresionados con la limpieza y el confort de las habitaciones, especialmente con la zona de estar y las camas cómodas. El desayuno ofrecía una amplia variedad de opciones deliciosas y de alta calidad.

Recomendaríamos este hotel a la familia.

Fue una grata experiencia hospedarnos en un hotel con tanta historia y encanto en Viena. La habitación amplia y cómoda nos brindó un descanso perfecto. El desayuno variado y de alta calidad nos dejó satisfechos cada mañana. El personal amable y sonriente siempre estuvo dispuesto a ayudarnos en lo que necesitábamos. La ubicación del hotel era excelente, permitiéndonos llegar fácilmente a los lugares principales. Además, tuvimos la suerte de disfrutar de un concierto en el teatro Odeón, ubicado justo al lado del hotel. En general, recomendaría este hotel sin dudarlo.

Lo mejor de mi experiencia en este hotel fue la amabilidad del personal y la limpieza de las habitaciones. El personal de recepción fue muy atento y siempre dispuesto a ayudar con todas nuestras preguntas y necesidades. Además, las habitaciones estaban impecables y se notaba que se preocupaban por mantenerlas limpias y en buenas condiciones. me gustó mucho la ubicación del hotel, ya que estaba cerca de las principales estaciones de transporte público y era fácil desplazarse por la ciudad.

el bufet libre era espectacular, muy completo y con camareros atentos. El colchón era cómodo y el hotel tenía una ubicación excelente cerca de los edificios emblemáticos de la ciudad. El personal del restaurante era amable y el desayuno variado.

El wifi era horrible, apenas llegaba a la habitación.

La localización es ideal, a pocos pasos del centro y con fácil acceso al transporte al aeropuerto. El personal es amable y atento, desde el recepcionista hasta los camareros del desayuno. El ambiente del hotel tiene un toque bohemio y barroco que refleja el encanto de Viena. El desayuno es variado y bien servido. Las habitaciones son amplias y cuentan con cómodos muebles y todas las instalaciones necesarias. El hotel nos sorprendió con una botella de champán, una torta, una rosa y una tarjeta por el cumpleaños de mi esposo, una sorpresa inolvidable.

Me sentí completamente relajado, no he tenido ningún inconveniente.

La ubicación cercana al centro histórico y los lugares de interés turístico fue lo mejor. Además, el hotel se encontraba cerca de los medios de transporte, lo que facilitó la exploración de esta ciudad. Las instalaciones del hotel eran excelentes, al igual que la limpieza. El desayuno ofrecido era variado y delicioso. Además, el personal fue amable y atento en todo momento.

Nada de nada.

La amabilidad, prestancia y trato justo y adecuado de todo el personal. El encargado del bar en la noche por su alegría, humor y calidad de la atención. El desayuno excelente en un comedor amplio y muy bien presentado. Las piezas amplias y silenciosas. Impresión general óptima.

Me sentí mejor que en casa, no tengo ninguna razón para quejarme.

El desayuno fantástico, personal amable, ubicación excelente, habitación cómoda, ambiente bohemio.

Me gustó todo.

El hotel está muy bien ubicado, cerca del centro de la ciudad. Además, cuenta con una estación de metro muy cercana, lo que facilita la movilidad. se destaca el desayuno variado y el personal amable que intenta ayudar en todo momento.

Algunas habitaciones tienen problemas de insonorización, lo que puede resultar incómodo al oír conversaciones de las habitaciones contiguas.

Desayuno fantástico, salón aristocrático, habitación cómoda, personal amable, ubicación céntrica. Edificio histórico bien cuidado, patio amplio y luminoso, evita ruido de la calle principal. Buenas instalaciones, excelente buffet de desayuno, cercano a tranvía y metro. Habitaciones modernas y confortables, servicio de café y té gratuito en habitación, restaurante con comidas típicas y buenos vinos. Hall de ingreso maravilloso, antigüedades con tecnología moderna.

La ubicación perfecta, cerca del centro. El hotel con solera, decoración correcta, desayuno variado y de calidad. Personal muy amable. Atención en recepción excelente.

Recomendaría este lugar.

Lo mejor de mi experiencia en este hotel fue la ubicación. Estaba cerca de importantes centros de transporte, lo que facilitó nuestra movilidad por la ciudad. Además, caminando pudimos llegar a lugares turísticos importantes. Otra ventaja fue la decoración del hotel, con hermosos salones y piezas antiguas que le daban un toque especial. El desayuno en el amplio comedor fue espectacular, con una gran variedad de alimentos de calidad.

Lo peor de nuestra estancia en este hotel fue el ruido constante en la habitación. Había un molesto ruido que parecía un extractor y se multiplicaba cuando activábamos el aire acondicionado.

Me encantó la ubicación del hotel, en un barrio tranquilo cercano al centro de la ciudad. Además, la habitación era amplia y cómoda, con muebles de estilo contemporáneo y un baño grande con una ducha fantástica. El servicio del personal fue excelente, siempre dispuestos a ayudar. No puedo olvidar mencionar el impresionante desayuno que nos sirvieron en un precioso comedor, con una gran variedad de alimentos y bebidas de muy buena calidad.

El servicio de wifi dejaba mucho que desear. La conexión apenas llegaba a la habitación y era difícil utilizarlo de manera efectiva.

Estuvimos encantados con nuestra estancia en este maravilloso hotel cerca del centro de Viena. Las instalaciones eran excelentes y el buffet de desayuno era increíble. La atención del personal fue muy buena, siempre dispuestos a ayudar. Además, la ubicación era perfecta, con paradas de tranvía y metro muy cerca, lo que nos permitió desplazarnos fácilmente por toda la ciudad. Hicimos una buena elección al escoger este hotel.

Mi experiencia en Stefanie fue óptima. El personal brinda un trato amable y prestancia. Destaco especialmente la alegría y humor del encargado del bar en la noche. El desayuno excelente, con una gran variedad de opciones y el comedor bien presentado. Las habitaciones son amplias y silenciosas. Viajamos con amigos y compartimos una impresión general positiva. Sin duda, me quedaría en Stefanie si vuelvo a visitar Viena.

No tengo ninguna queja. 😊