La ubicación en el centro de este encantador pueblo es perfecta, justo enfrente de la taberna local. Las habitaciones son acogedoras, limpias y modernas, con colchones cómodos y ropa de cama nueva. Además, algunas habitaciones tienen terraza donde se puede disfrutar de vistas impresionantes. El servicio es amable y atento, y el desayuno casero es delicioso, con opciones como banichza con yogurt y buñuelos con queso y mermelada.

El personal habla poco inglés, pero hacen todo lo posible por ayudar.

Lo mejor de mi experiencia en este lugar fue el entorno natural, rodeado de belleza y tranquilidad. Además, la habitación era estupenda, con una terraza y camas cómodas. Otro punto a favor fue la comida del restaurante, casera y fresca, con recomendaciones deliciosas. disfruté de la autenticidad del pueblo, que conserva su esencia a pesar de parecer turístico al principio.

En cuanto a lo que menos me gustó, el personal hablaba poco inglés, aunque siempre se esforzaban por ayudar. Además, las habitaciones eran pequeñas, aunque estaban limpias y tenían un ambiente acogedor.

Maravilloso entorno natural. Pueblo típico restaurado con cuidado.3. Habitación limpia y cómoda.4. Ropa de cama nueva y terraza.5. Comida casera y fresca

Honestamente puedo decir que no había nada que no me gustara.

El entorno es precioso, un pueblo restaurado rodeado de naturaleza. La habitación era estupenda, limpia y con cómodos colchones. La comida del restaurante era casera y fresca, probamos las recomendaciones. ¡Perfecto para descansar y desconectar!