Este hotel en un bonito pueblo ofrece una excelente relación calidad-precio. La habitación con una cómoda cama doble en el último piso ofrecía vistas impresionantes al mar. El personal amable y atento se aseguraba de ofrecer toda la información y facilidades necesarias para una estancia placentera. Además, el desayuno servido en una terracita al aire libre era delicioso y perfecto para empezar el día.

Todo fue perfecto.

Buena ubicación, cerca de bares, restaurantes y lugar para ver la puesta de sol. Personal amable y servicial. Buena información sobre rutas de senderismo y ayuda con transporte. Comprometido con el medio ambiente. Cama cómoda y hotel en buenas condiciones.

We: Mejores aspectos

La ubicación cercana al mar de este hotel es increíble. Pudimos escuchar las olas del mar desde nuestra cama y disfrutar de las impresionantes puestas de sol en los alrededores. Además, el personal es encantador y siempre dispuesto a ayudar. Nos proporcionaron toda la información y facilidades que necesitábamos, incluyendo la gestión de transporte y taxis. apreciamos la conciencia medioambiental del hotel, que se reflejaba en su enfoque hacia la sostenibilidad.

Nos encantaron los desayunos variados y deliciosos, el jardín agradable y las impresionantes vistas al mar y a los acantilados. La habitación era espaciosa, con buena ventilación y una hermosa decoración. Disfrutamos de la privacidad y la terraza en el estudio de la planta superior. La disponibilidad de libros y documentos, como el cuadernillo de caminatas, fue muy útil. El personal fue amable y atento, ofreciéndonos toda la información y facilidades que necesitábamos. Además, el alojamiento tenía una filosofía sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Me sentí privilegiado, no tengo ninguna pega.

Recién estuvimos hospedados en Kasa Tambla durante una semana y quedamos encantados con nuestra experiencia. Los desayunos fueron deliciosos y variados cada día, ofrecidos en un agradable jardín con vistas impresionantes al mar y los acantilados. La habitación, especialmente el estudio en la planta superior, era espaciosa, bien ventilada y contaba con una terraza privada que disfrutamos mucho. La decoración en todo el hotel es preciosa, tanto en las zonas comunes como en la habitación. Además, apreciamos la disponibilidad de libros y documentos informativos, como un cuadernillo de caminatas por la isla que resultó muy útil. El personal fue encantador y nos ayudó a organizar el transporte y aconsejarnos sobre qué hacer en la zona.

Recomiendo este hotel, es total.

Buena ubicación, cerca de bares y restaurantes, hermosa vista al mar, personal amable y servicial, conciencia ambiental y sostenibilidad, cómodas habitaciones.

Nada que no me gustase.