Nos encantó nuestro reciente hospedaje en Villa Yira Eco-Hotel. El lugar realmente es hermoso, rodeado de naturaleza y con un paisaje impresionante. Disfrutamos mucho de la tranquilidad y paz que ofrece el entorno. La comida preparada por el chef Octavio y Hanna fue excepcional. Cada platillo estaba delicioso, especialmente los pancakes y la tortilla española. Además, el personal fue amable y nos brindó una atención excepcional. disfrutamos de la piscina natural y de la maravillosa vista del cielo lleno de estrellas.

Aunque nuestro hospedaje fue maravilloso, hubo algunos inconvenientes que vale la pena mencionar. Algunas de las cabañas están ubicadas cerca del bar/mesas, lo que puede generar ruido en las mañanas durante el desayuno.

El lugar es magnífico, no dan ganas de salir de ahí. La cocina es muy buena. Las habitaciones, camas y espacios comunes son inmejorables. Los dueños se esfuerzan por hacer sentir a la gente como en casa. La comida es de las mejores que probamos en Colombia. Hay hermosas quebradas de agua por conocer.

Me sentí como en familia, no tengo ninguna queja en absoluto.