La mejor experiencia del viaje. El trato del personal fue excepcional, nos hicieron sentir parte de la familia. Las vistas desde la habitación eran impresionantes, con ventanales que daban al valle y al océano Pacífico. Además, las habitaciones estaban limpias y espaciosas. El desayuno era abundante y delicioso. Sin duda, volveremos a este maravilloso hotel.

Lo recomiendo. El servicio y las vistas valen la pena.

Increíbles vistas desde las habitaciones. Desayuno recién hecho y delicioso. Personal amable y resolutivo. Lugar tranquilo perfecto para desconectar. Estancia acogedora en medio de la naturaleza.

La familia que lo regenta es encantadora, muy buena vibra, amables y resolutivos.

Me sentí muy relajado, no tengo ninguna pega.

Nos alojamos en un lugar encantador llamado Flor de Bromelia en Monteverde. Quedamos impresionados por las vistas preciosas desde nuestras habitaciones. La atención de la familia que lleva el hotel fue excepcional, siempre dispuestos a ayudarnos y hacernos sentir como en casa. Apreciamos especialmente la limpieza y comodidad de las habitaciones, así como su equipamiento completo. El desayuno fue exquisito, con una gran variedad de opciones para todos los gustos. disfrutamos de la visita de monos y coatíes en la mañana, lo que fue una experiencia única. Aunque el hotel no está en el centro de Monteverde, consideramos que este aspecto es positivo, ya que proporciona tranquilidad y calma. En general, recomendamos este hotel sin duda alguna.

Lugar tranquilo con vistas preciosas. Familia amable. Habitación limpia, cómoda y bien cuidada. Desayuno exquisito.

No hay nada malo que decir.

El trato de los propietarios, te hacen sentir como invitados en su casa más que como huéspedes. La chica de recepción que nos hizo el check-in fue un encanto, informándonos de las actividades a hacer, entreteniendo a los niños, y sobretodo David. El desayuno buenísimo, especialmente la mermelada de frutas que preparan ellos mismos. Las vistas de la valle y el pacífico. Es un lugar precioso.

Me sentí realmente atendido, no me puedo quejar.

Me encantó mi experiencia en este hotel en la selva. La ubicación era perfecta, muy cerca del centro de la ciudad. Me alojé en una habitación espaciosa y acogedora con vistas espectaculares debajo de la colina. El servicio fue excelente, el personal era amable y atento. El desayuno era delicioso y abundante. Además, el hotel estaba limpio y bien equipado, con todas las comodidades necesarias.

La iluminación en la habitación era insuficiente, lo que dificultaba la lectura.

La ubicación del hotel es perfecta para disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad. Las vistas desde la habitación son impresionantes, pudiendo observar el hermoso paisaje del valle. Además, las cabañas son acogedoras y limpias, brindando un ambiente relajante. Otro aspecto positivo fue la amabilidad y ayuda del personal, siempre dispuestos a resolver cualquier duda o necesidad.

Por otro lado, algunas cabañas presentaban problemas de construcción, como desniveles en el piso, lo cual era algo inusual y podía afectar la comodidad al caminar en la habitación.

Me encantaron las vistas desde mi habitación, realmente impresionantes. Además, el desayuno estuvo delicioso, con opciones frescas y recién preparadas. También disfruté de la tranquilidad del lugar, perfecto para relajarse y desconectar. Aunque no está ubicado en el centro, se puede llegar caminando en unos 10 minutos o en coche o taxi. Esto permite disfrutar de la paz y la calma del entorno.

Por otro lado, una de las cosas que no me gustó fue la falta de calefacción en las habitaciones. Hacía mucho frío y esto dificultaba un poco la comodidad durante la noche.

Fue el mejor hotel de todo nuestro viaje. Una de las paredes de la habitación es solo ventanas y ves todo el valle al fondo, y hasta el océano pacífico. El staff del hotel nos trató como parte de la familia, nos hizo sentir super cómodos. Además, el hotel está muy cerca de la reserva, y vimos más animales visitando el hotel que en el parque. Las habitaciones están muy limpias, y los cristales no tienen ni una mota de polvo. El desayuno abundante y riquísimo! Muchas gracias por la estancia, seguro que volvemos!

Recomiendo este hotel, es total.

El lugar es tranquilo y acogedor. Las habitaciones son limpias y tienen una vista espectacular del valle y el océano pacífico. El desayuno es abundante y delicioso. El personal del hotel es amable y nos hizo sentir parte de la familia.

Casi perfecto.

El personal es superamable y se puede aparcar en la misma puerta del alojamiento. El desayuno está preparado con mucho cariño. La terraza, cuando no hay niebla, tiene unas bonitas vistas. El alojamiento es simplemente espectacular. La calidez del lugar se siente desde el primer momento gracias a la bienvenida de David y su familia, los propietarios. El desayuno casero es delicioso, con frutas frescas, café, zumo natural y tortillas. Además, el entorno y las vistas son preciosas. Ideal para relajarse y desconectar.

100% Recomendable.

Las vistas son impresionantes desde la habitación y la zona de desayuno. La atención del personal es amable y el desayuno delicioso. Hay posibilidad de ver animales por las mañanas. Muy recomendable para desconectar y disfrutar de la naturaleza. ¡Volvería sin dudarlo!

La ubicación del hotel también era perfecta, ya que estaba cerca de tiendas y restaurantes. Además, el personal fue amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar. me gustó mucho la limpieza de la habitación y las instalaciones en general. Definitivamente, una gran experiencia en mi viaje de negocios.

Lo que no me gustó tanto fue el ruido en la habitación, especialmente por la mañana temprano cuando comenzaba el desayuno. hubo algunos problemas con insectos en la habitación, lo cual fue un poco incómodo.

Nos encantó el trato tan personal que tiene esta maravillosa familia que dirige el hotel. Desde que llegamos, nos recibió la hija con mucha amabilidad y nos ofreció una mejora de habitación sin coste adicional. nos sorprendió el padre, quien nos mostró una familia de monos que suelen visitar a los huéspedes, así como coatis y otros animales. Incluso les han puesto nombres peculiares, ¡hasta conocimos a Jennifer López! La mamá, por otro lado, se encargaba de preparar los desayunos más deliciosos en la cocina. ¡Fue una experiencia inolvidable! Gracias.

La cabina no tenía televisión y la señal del WiFi era inestable, lo cual podría ser desfavorable especialmente si viajas con niños o si eres adicto al entretenimiento y las redes sociales. Además, el baño no estaba cerrado, sino que se encontraba en un aposento con una puerta.