Ambiente familiar, desayuno excelente, habitación amplia y con aire acondicionado, propietarios amables, aparcamiento disponible.

Nada, todo excelente.

Me encantaron la decoración cuidada y los suelos preciosos de este lugar encantador. El desayuno casero fue simplemente estupendo, con una gran variedad de panes y deliciosos bollos y pasteles. Además, había 4 clases de mermeladas para disfrutar. me gustó mucho que la habitación contara con aire acondicionado, lo cual resultó imprescindible para combatir el calor de la zona en verano. Por último, el aparcamiento gratuito fue una ventaja adicional que disfruté durante mi estancia.

Como aspecto negativo, me resultó incómodo tener que subir las maletas hasta la habitación en el segundo piso, ya que no había ascensor. Además, me hubiera gustado contar con un frigorífico en la habitación para mayor comodidad.

Mi estancia en Los Ángeles Guardianes fue estupenda. Me encantó el ambiente familiar que se respiraba en esta grande casa de pueblo. La habitación en la que me alojé era muy amplia y confortable. Además, los dueños fueron muy amables y serviciales durante toda mi estancia. Aprecio mucho el delicioso desayuno que me ofrecieron cada mañana, de verdad fue un gran detalle. me gustó mucho poder aparcar fácilmente en la puerta del hotel. El barrio era muy tranquilo y disfruté de una estancia relajante.

Hubo algunas pequeñas cosas que podrían mejorar. Por ejemplo, el baño estaba fuera de la habitación, lo cual puede resultar un poco incómodo.

La habitación tenía aire acondicionado, lo cual facilitó dormir en un segundo piso bajo tejado en los calurosos días de verano. El hotel es una antigua casa del siglo XV-XVI con una cuidada decoración. Cuenta con un encantador patio y preciosos suelos. El desayuno casero fue estupendo, servido con delicadeza y buen gusto. El personal fue amable y atento. El hotel se encuentra en una zona tranquila de la ciudad, cerca del centro, lo cual facilita la movilidad.

Ninguna queja.

El hotel es una antigua casa del siglo XV-XVI que mantiene toda su esencia. El desayuno fue genial. Hay parking gratis a 200 m del hotel que no hace falta reservar, la dueña te acompaña, te entrega llaves y lo puedes dejar ahí. En la habitación había secador y toallas. Hay bares y supermercados cerca.

Me sentí bastante a gusto, no tengo ninguna pega.

Mi estancia en Anges Gardiens fue maravillosa. Pasé unos días increíbles en este hotel con mucho encanto y estilo. La casa, que data del siglo XV-XVI, mantiene toda su esencia y fue como si el tiempo se hubiera detenido allí. Me encantó la habitación, especialmente el cuarto de baño. Era grande, con una ventana que dejaba entrar mucha luz y una bañera espaciosa. Además, la dueña del hotel es una señora con mucha clase y tuvimos una charla interesante durante el delicioso desayuno. Hablando de eso, el desayuno fue excelente, con una variedad de panes, bollos, pasteles y hasta cuatro tipos de mermeladas. Fue una grata sorpresa.

100% Recomendable.