Pasamos una estancia encantadora en Auberge de la Halle. La habitación medieval en la torre era espaciosa y con vistas preciosas. El personal fue amable y simpático, y a pesar de no ser el responsable del hotel, Francesç nos atendió en español. El pueblo era hermoso y disfrutamos del mercadillo nocturno y la música en la zona moderna. Lo pasamos genial.

Es difícil mencionar algo negativo 😕. Tal vez deberían considerar cambiar la bañera de la habitación 4.

Nos alojamos en un lugar encantador en el corazón de la ciudad. La habitación era grande y tenía vistas increíbles de las colinas del Tarn. El personal era muy amable y nos hizo sentir cómodos durante nuestra estadía. Además, el desayuno era sencillo pero delicioso, con pan fresco, mantequilla y mermelada casera. Sin duda, una experiencia única en un lugar histórico.

El colchón en nuestra habitación era un poco viejo y no era muy cómodo para dormir.

la habitación medieval en la torre fue increíble, con vistas preciosas y muy espaciosa. El personal fue amable y simpático, a pesar de que no era el encargado del hotel. El mercadillo nocturno en la zona moderna del pueblo fue una experiencia divertida. Nos encantó la ubicación y el encanto del albergue, especialmente estar en la torre más alta del pueblo.

El aparcamiento era un poco complicado, ya que el hotel está en el centro de Cordes y había que aparcar lejos y pagar. Aunque se podía llegar hasta la puerta en coche, encontrar aparcamiento decentemente cerca requería subir calles empinadas.