Excelente hotel auténticamente francés para esquiadores con habitaciones brillantes, un bar fantástico y un personal absolutamente maravilloso. No puedo encontrar ninguna falta en absoluto. Excelente relación calidad-precio.

Personal amable, habitación amplia y desayuno variado. Buena ubicación en el centro, cerca de los remontes. Guardaesquís con taquillas individuales. No probé el spa, pero se veía bien.

Me hospedé en un hotel en una ubicación perfecta justo en el centro de Val-d'Isere, en plenas montañas. Estaba a pocos metros de los remontes y las pistas de esquí, lo que facilitó mucho mi experiencia en la nieve. La habitación era cómoda y el baño estaba muy limpio. El servicio del personal fue amable y atento, y disfruté de un delicioso desayuno todas las mañanas. Además, las instalaciones, como el salón, el bar y el comedor, eran espaciosos y acogedores.

Hubo un pequeño inconveniente con la falta de insonorización en las habitaciones, lo que hizo que pudiera escuchar a otros huéspedes en los momentos más tranquilos.

Me encantó este hotel. Primero, su ubicación en el centro del pueblo fue perfecta para explorar Val-d'Isere. También me impresionó el servicio del personal, fueron realmente amables y serviciales. Además, las habitaciones eran cómodas y acogedoras, con camas separadas y un balcón desde donde se podía disfrutar de las vistas de la montaña. Hubo incluso una bonita alfombra que añadía un toque acogedor. Sin embargo, el desayuno fue bueno, pero me hubiera gustado que ofrecieran algunas opciones más saludables. En resumen, mi estancia en este hotel fue estupenda. Todo fue genial y el hotel cumplió con todas mis expectativas.