Nos encantó este hotel/B&B. Todo en él denotaba elegancia y atención al detalle. Las habitaciones son realmente bonitas, con colores cálidos y detalles en tonos pastel. Todo, desde los adornos hasta las camas, el baño, las lámparas y los molduras, estaba impecable y muy limpio. Además, el aspecto del hotel le da un aire de castillo francés. Los jardines están bien cuidados, hay un lugar seguro para guardar bicicletas y está justo al lado de la ruta de ciclismo Tauber. A poca distancia, encontramos un pintoresco y buen restaurante italiano. La dueña y su hija muestran orgullo por su propiedad y son muy amables y serviciales. El desayuno es uno de los mejores que hemos tenido en miles de kilómetros de ciclismo por Europa. Definitivamente, volveríamos una y otra vez.

Sin problemas.

El registro fue rápido y acogedor, el personal fue servicial y relajado. La habitación era amplia, limpia y luminosa. El desayuno era delicioso, fresco y bien presentado. El jardín tenía bonitas áreas de descanso y la opción de bebidas de autoservicio. Una agradable sorpresa.

Este hotel es muy acogedor y limpio, lo cual es algo que valoro mucho al buscar alojamiento. Además, la atención al detalle es impresionante. Me encantó que tuvieran habitaciones con terrazas, lo cual proporcionaba un espacio muy agradable para relajarse. ofrecen un desayuno completo y el personal es siempre muy amable.

Todo fue genial, ¡no tengo ninguna queja!