Vistas impresionantes al monasterio de Ettal y los Alpes. Limpieza impecable, aunque se necesita reforma en el mobiliario de los baños. Promocionado a 8 km de Garmisch, en realidad está a 16 km. Buena comida tradicional bávara en el restaurante.

La limpieza del hotel es impecable, las habitaciones estaban muy bien cuidadas y ordenadas. Además, el personal fue muy atento y amable durante nuestra estancia. El desayuno en el restaurante del hotel fue una experiencia maravillosa, con una amplia selección de platos deliciosos. También nos encantó la ubicación del hotel, justo al lado de la colina con impresionantes vistas a los Alpes cercanos.

Nada de verdad.

Vistas impresionantes frente al monasterio de Ettal y los Alpes. Restaurante con comida tradicional bávara. Limpieza impecable. Hotel agradable.

Nada obvio.

Este hotel ofrece una excelente relación calidad-precio en un entorno precioso. Las habitaciones son acogedoras, con balcones que brindan vistas maravillosas al valle y las montañas. Las camas son muy cómodas y el personal proporciona una atención amable y atenta. El desayuno, aunque básico, es suficiente para empezar el día.

Todo estuvo bien, ¡no hay quejas!

El hotel se encuentra en una ubicación privilegiada, en lo alto de una colina, con vistas impresionantes a las montañas y al monasterio. El parking gratuito cerca del hotel es muy conveniente y no hay problemas para encontrar espacio. Además, el personal es amable y servicial, y la terraza es perfecta para disfrutar de una cerveza o una cena mientras se admira el paisaje.

Las cortinas traslúcidas pueden ser un problema para aquellos que quieren descansar hasta tarde, ya que la habitación se ilumina temprano por la mañana.

Agradable hotel con comida tradicional bávara, impresionantes vistas al monasterio de Ettal y los Alpes desde las habitaciones. Limpieza impecable, posible reforma del mobiliario. Distancia real a Garmisch 16 km, no 8 km como se anuncia.

Me encantó mi escapada romántica a este hotel en Ettal. Lo que más me gustó fue la hermosa vista al valle y a la abadía desde mi habitación. Además, disfruté mucho de la comida típica bávara que ofrecía el restaurante del hotel. ¡Fue una delicia probar platos tradicionales en un ambiente acogedor!

Lo único que no me gustó tanto fue que no había internet en las habitaciones, solo en el hall, pero esto no fue un gran problema ya que estaba allí para desconectar y relajarme. En general, mi experiencia fue muy positiva y recomendaría este hotel para una escapada romántica.