El hotel está ubicado en un barrio tranquilo, cerca de la estación de tren. La ubicación es conveniente para aquellos que deseen explorar la ciudad y sus alrededores. Además, el hotel ofrece habitaciones con baños limpios y renovados, lo que es siempre una ventaja. Por otro lado, el desayuno es excepcional, con una amplia variedad de opciones deliciosas, desde frutas frescas hasta panes recién horneados. Además, el personal es amable y servicial, siempre dispuesto a cumplir con los deseos de los huéspedes.

He notado que el WiFi en el hotel es bastante lento y poco confiable. Esto puede ser frustrante para quienes dependen de internet durante su estancia.

Este hotel tiene mucho encanto gracias a su edificio histórico, que le da un toque antiguo pero encantador. Además, está ubicado en una zona tranquila y conveniente, cerca del centro de la ciudad y de la estación de tren. Las habitaciones son acogedoras, especialmente las que tienen una cama individual, y el baño renovado es limpio y cuenta con buena iluminación. Otro aspecto destacable es el desayuno, con una amplia variedad de opciones, como la fruta fresca y los panes recién hechos.

Todo estuvo bien.