Nos encantó la ubicación en primera línea de playa, junto al mar. El hotel se encuentra en una zona tranquila, lo que nos permitió disfrutar de la tranquilidad y relajación que estábamos buscando. Además, la playa era muy bonita y pudimos disfrutar de sus aguas cristalinas.

El único aspecto negativo fue que las actuaciones de la noche se realizaban al aire libre y, en días fríos, no se podía disfrutar completamente de ellas.

El complejo cuenta con 5 piscinas, actividades variadas y todo incluido con meriendas y cocktails. La comida tiene buena variedad y destacan los postres. La camarera del restaurante es muy amable y atenta. La ubicación es tranquila y bonita, con un ambiente de pequeño pueblo. El personal es amable y servicial, siempre dispuestos a ayudar.

Los jardines hermosos y bien mantenidos, en medio de la naturaleza.

Todo era lo que quería y necesitaba.

Lo mejor de mi escapada al resort fue la relación calidad-precio, ya que obtuve un buen servicio a un precio razonable. Además, el entorno en el que se encuentra el hotel es realmente privilegiado, con hermosas vistas al mar Egeo. me gustó mucho el trato del personal, que fueron amables y profesionales en todo momento.

Lo que menos me gustó fue la falta de atención al cliente en ciertos aspectos. Por ejemplo, no se permitía aparcar provisionalmente para descargar las maletas, lo cual resultó bastante incómodo.