Increíbles vistas desde el balcón-terraza privado, el mar, las ciudades vecinas y los atardeceres fueron una maravilla. El personal siempre estuvo disponible para ayudar y solucionar cualquier problema. La habitación era amplia, luminosa y cómoda, con una pequeña cocina bien equipada. Además, el desayuno personalizado entregado en nuestra propia terraza fue un gran detalle.

Honestamente puedo decir que no había nada que no me gustara.

La ubicación de este hotel es perfecta, en lo alto de un acantilado, con vistas espectaculares de la caldera de Santorini. Además, el personal del hotel es muy amable y brindan un servicio excepcional. Las habitaciones están bien cuidadas y limpias, con todas las comodidades básicas que necesitas. Además, el desayuno se sirve en el balcón con una vista excepcional del mar y las ciudades vecinas, realmente impresionante.

Todo estuvo bien.