Mi estancia en el Hotel Stanley fue muy placentera. Me encantó que la habitación renovada contara con un balcón muy grande, ideal para disfrutar de las vistas de la ciudad. Además, el hecho de que los baños fueran más amplios, con una cabina de ducha, fue realmente reconfortante.

Una pequeña desventaja fue la ubicación del hotel. Aunque está cerca del metro, el área adyacente puede resultar un poco insegura por la noche, lo que generó cierta incomodidad al regresar al hotel.

El metro en la puerta y vistas al Acropolis. Trato amable del personal.

Me sentí muy afortunado de haber encontrado este lugar, no he tenido ningún inconveniente.

Me encantó el trato amable y servicial del personal, el delicioso desayuno variado, el restaurante excepcional, las espaciosas habitaciones adaptadas y las fantásticas vistas desde la piscina y el restaurante. Los elevadores eran amplios y la ubicación del hotel era muy céntrica y bien comunicada con el metro.

Todo fue fantástico.

La habitación era vergonzosamente pequeña y el armario era prácticamente inexistente. Además, el baño era minúsculo y se escuchaba todo, desde el ruido de la calle hasta el baño de al lado. Sin embargo, la terraza y la piscina eran maravillosas, especialmente con la vista de la Acrópolis. Además, el personal era muy amable.

Lo mejor de mi estadía en este hotel fueron las cómodas habitaciones y el personal amable y eficiente. Las habitaciones eran espaciosas, luminosas y confortables, lo que me hizo sentir relajado durante mi estancia. Además, el hotel se encuentra en una ubicación clave, a solo unos pasos del metro, lo cual facilitó mi desplazamiento por la ciudad. También había muchas opciones de taxis disponibles en la puerta del hotel, lo cual fue muy conveniente. Otra ventaja que disfruté fue la disponibilidad de computadoras en el hall de entrada, que me permitieron estar conectado durante mi estadía.

Hubo algunas cosas que no me gustaron tanto. Por un lado, la ubicación no era la mejor, ya que al caminar desde el centro del hotel me encontré con prostíbulos y personas consumiendo drogas en la calle.

Me hospedé en el hotel Stanley de Atenas de forma transitoria durante mi viaje y me encantó la conveniencia de tener todas las comodidades de la ciudad al alcance. El hotel está ubicado directamente frente a la estación de metro Metaxourghio, con parada de taxis y paradas de autobuses turísticos a poca distancia. Además, está a solo 5 minutos a pie de Metaxourgeio y a 20 minutos de Monastiraki, lo cual facilitó mi movilidad por la ciudad.

La habitación en la que me alojé olía a tabaco al entrar, a pesar de ser una habitación designada como no fumadores. Además, al ser una habitación adaptada para minusválidos, no contaba con una mampara para la ducha, lo que ocasionaba que todo el pavimento se mojara, siendo muy resbaladizo y representando un riesgo constante de caídas.

Durante mi viaje a esta ciudad, me hospedé en un hotel céntrico y confortable. Estaba cerca de todo y justo al lado de una estación de metro que facilitaba los desplazamientos. La habitación en la que me alojé era cómoda, con una cama espaciosa y un baño adecuado. El personal del hotel fue amable y siempre dispuesto a ayudar. Además, el desayuno que ofrecían era muy completo y variado. La terraza del hotel ofrecía unas vistas impresionantes de la ciudad. En general, fue una experiencia satisfactoria, aunque el entorno del hotel era un poco decadente.

El hotel está muy bien ubicado, junto a una estación de metro que facilita el desplazamiento por la ciudad. La habitación era espaciosa y cómoda, con una cama enorme y comodísima. El personal era muy amable y siempre dispuesto a ayudar. Además, el desayuno ofrecía una amplia variedad de opciones deliciosas.

El baño era un poco pequeño en comparación con la habitación.

Recomendaría el Stanley Hotel en Atenas sin dudarlo. La ubicación es perfecta, justo al lado de la estación de metro que facilita la visita a los puntos de interés y también el transporte hacia y desde el aeropuerto. El transporte público es económico en comparación con el taxi, por lo que es una excelente opción. Aunque la zona no es muy animada por la noche, es fácil moverse gracias al metro. Las habitaciones son modernas y el servicio es excelente. El bar/restaurante con vista al Partenón ofrece descuentos interesantes para cenar o tomar algo. Además, el personal es atento y se encargaron de gestionar todas nuestras excursiones sin problemas. En resumen, tuve una estancia muy cómoda y agradable en el Stanley Hotel.

El hotel está ubicado junto a la parada de metro, lo que facilitó mi movilidad por esta ciudad. Además, las instalaciones estaban limpias y bien cuidadas. El desayuno ofrecido era completo y delicioso. Además, el personal fue extremadamente amable y atento.

No tiene que mejorar nada.

La ubicación del hotel es muy conveniente, con paradas de taxi, metro y autobús turístico justo enfrente. Además, cuenta con un restaurante en la azotea con buenos precios y unas vistas espectaculares de la ciudad. También me encantó la variedad y calidad del desayuno.

El estado de las habitaciones deja mucho que desear. El baño era pequeño y anticuado, y no estaba limpio cuando llegué.

El hotel está ubicado muy cerca de la estación de metro, lo que facilita el traslado a diferentes partes de la ciudad. Además, en varias opiniones se destaca que el desayuno es bueno y que el restaurante en la terraza ofrece vistas espectaculares.

Algunos de los comentarios mencionan que las habitaciones son pequeñas y que el hotel necesita renovación.

Atención del personal, habitaciones grandes con comodidades, desayuno completo y variado, buena ubicación cerca de transporte público.

Nada.

El personal muy amable y atento, desayuno completo, terraza con restaurante y piscina con vista indiscutible. Habitación con todas las comodidades necesarias y cerca del metro. Buena relación calidad-precio.

La ubicación justo al lado de la estación de metro es perfecta para moverse por esta ciudad. El hotel cuenta con instalaciones limpias y ofrece un desayuno buffet variado. El personal es amable.

No hay nada que no me gusta.