Lo peor fue el tamaño diminuto de las habitaciones y que las del piso superior eran un horno en verano. El desayuno era decepcionante, con pan insulso y alimentos básicos. Además, el horario de apertura era demasiado temprano, especialmente cuando estás de vacaciones. No había servicios de traslado a la estación de trenes, a pesar de que se anunciaban en su web. Y por si fuera poco, el restaurante cerraba muy temprano, lo que no era conveniente si querías disfrutar de la zona por más tiempo.

La ubicación del hotel es muy conveniente si se viaja en coche, ya que cuenta con aparcamiento gratuito y está cerca de una estación de tren que te lleva rápidamente a Milán. Además, el personal es amable y servicial, lo cual es un punto a favor. Las habitaciones del piso superior ofrecen una vista impresionante y, aunque pequeñas, son cómodas. se destaca el desayuno, con una variedad de panes, bollería y embutidos.

El horario del desayuno es un poco temprano, especialmente si estás de vacaciones.

Las instalaciones del hotel eran excelentes, especialmente la piscina con bañera de hidromasaje y tumbonas. El servicio de camarero junto a la piscina fue el toque final perfecto. Además, la ubicación del hotel era ideal para nuestro viaje a Venecia. El autobús que pasa justo fuera del hotel nos dejaba en la estación de tranvía, desde donde podíamos llegar al Gran Canal en menos de una hora. Sin duda, la forma más fácil y económica de llegar al centro de Venecia. Definitivamente nos quedaremos más tiempo la próxima vez.

No se puede culpar a la propiedad de ninguna manera.