Desde el momento del ferry hasta el check-in, el traslado fue rápido. Las habitaciones tradicionales eran amplias y tranquilas, con hermosas vistas al bosque. La cena, aunque fría, ofrecía sabores variados. El servicio fue atento y amable. El onsen al aire libre junto al río era relajante.

Durante nuestro viaje a Miyajima, decidimos hospedarnos en un ryokan cercano a la naturaleza. Nos encantó la ubicación del hotel, ubicado debajo de una colina, lo cual nos brindó una vista maravillosa desde nuestra habitación. nos gustó que estuviera cerca de todo, lo que nos permitió explorar fácilmente la isla a pie. La habitación era espaciosa y cómoda, con detalles tradicionales que nos transportaron a la cultura japonesa. El servicio fue impecable, el personal siempre atento a nuestras necesidades. Además, disfrutamos de un desayuno delicioso y variado. La única sugerencia sería mejorar el aire acondicionado en las zonas comunes. Sin embargo, esto no afectó nuestra experiencia en general.

El desayuno es una combinación impresionante de platos tradicionales japoneses y occidentales. El personal fue increíblemente amable y servicial, explicándonos todos los detalles con un inglés mejor que el nuestro. La habitación amplia y confortable superó nuestras expectativas. Además, la cena tradicional japonesa fue deliciosa y nos permitió experimentar plenamente la cultura del Ryokan.

Nada de verdad. Fue una estancia perfecta en este hotel.

El hotel es precioso. La ubicación es encantadora. Atención personalizada. Cena tipo degustación en la habitación. Onsen maravilloso.

Todo era lo que quería y necesitaba.

El alojamiento se encuentra en una ubicación privilegiada, debajo de una colina y rodeado de un hermoso bosque. Además, está situado en una isla preciosa, cerca del santuario. Las habitaciones son espaciosas y cuentan con vistas a la naturaleza. El personal ofrece un trato impecable y el desayuno es variado y delicioso. hay instalaciones como el onsen, tanto interior como exterior.

El personal no habla inglés con fluidez, lo cual puede resultar un poco frustrante para los huéspedes internacionales.

el hotel fue una grata sorpresa. El servicio de recogida en la estación de ferri y los kimonos que nos dejaron para usar en la isla fueron detalles encantadores. La cena privada fue increíble, con un servicio amable y cercano. El Onsen también fue muy bueno y sin duda volveremos. Fue lo mejor de nuestro viaje a Japón. Gracias!

La habitación del edificio antiguo no tenía ducha en la habitación, lo que fue un inconveniente.