Este hotel es el lugar perfecto para desconectar y descansar en la playa. La ubicación en la playa te permite disfrutar de vistas increíbles del amanecer y del atardecer desde las habitaciones, como la Bali Room. La atención del personal es excelente, siempre dispuestos a ayudar. Además, el desayuno es delicioso y las instalaciones, como la piscina y los jardines, están muy bien cuidadas.

El acceso al hotel puede ser complicado debido a las carreteras de terracería. Es necesario tener un vehículo adecuado para llegar sin contratiempos.

mi segunda estancia en boca de la vinorama fue aún más increíble gracias a villa del faro. el oasis en medio del desierto superó todas mis expectativas. la habitación bali me permitió dormir bajo las estrellas y disfrutar del aire del desierto y el sonido de las olas del mar. la decoración exquisita de la casa parecía un museo lleno de bellezas únicas. sin duda, un lugar mágico donde volvería sin pensarlo.

acceso complicado, camino de tierra.

Un lugar maravilloso! Esta joya escondida en medio del desierto es un auténtico oasis para aquellos que buscan lujo y exclusividad. El servicio es impecable, el personal amable y atento a todas nuestras necesidades. La piscina al aire libre es simplemente espectacular, con tumbonas y sombrillas en el jardín para disfrutar de un relajante día bajo el sol. La ubicación frente a la playa permite acceder a unas vistas impresionantes y disfrutar de la tranquilidad del mar. Además, las instalaciones privadas agregaron un toque especial a nuestra estancia aquí.

La única desventaja que encontré fue la limitada opción de comida fuera del hotel. Aunque el restaurante del hotel ofrecía deliciosas comidas, el precio era un poco alto en comparación con las alternativas cercanas al hotel.

Hotel espectacular, instalaciones increíbles, vistas impresionantes, atención excepcional de Asiel, comida genial.

Nada que disguste.

Decoración idílica y de buen gusto. Habitaciones acogedoras y como estar en casa. Impresionantes vistas y hermoso entorno. Trato amable y cercano del personal. Comida deliciosa y variada. Piscina bien acondicionada. Falta de cobertura, lo que brinda tranquilidad. Lugar mágico y con mucho encanto.

Nada que me haya disgustado.

El fin de semana en este hotel fue increíble. La ubicación es perfecta, alejada de las zonas turísticas y rodeada de paisajes impresionantes. Me encantó la proximidad a la playa, pude disfrutar del sonido relajante del mar y despertar con la brisa marina. Además, el servicio fue excelente, el personal se esforzó en hacerme sentir como en casa. Disfruté mucho de las comidas, que eran variadas y deliciosas. había muchas actividades disponibles, como paseos en la playa y snorkel. Definitivamente volveré.

Lo único negativo que encontré fue que el acceso al hotel puede ser complicado. La carretera era un poco difícil de encontrar y podría haber más señalización.

Instalaciones y vistas increíbles. Personal atento, especialmente Asiel. Comida genial, cena variada. Habitación Bali es una experiencia única, dormir bajo las estrellas y bañarse frente al mar. Decoración exquisita, lugar mágico. Llegada como llegar a un oasis, privacidad y buen descanso. Lugar idílico, paz y encanto, amables anfitriones.

Nos sentimos en el paraíso. Instalaciones y vistas increibles. Personal atento, en especial Asiel. Comida genial.

Para nosotros fue ideal.

Desde el momento de la llegada sientes que llegaste a un oasis, te sientes inmediatamente en casa. El diseño de las instalaciones te brinda privacidad y no se ven muchas personas, lo cual es común. Las noches compiten con los hermosos amaneceres, ¡hace mucho tiempo que no descansaba tan bien! Me sentí en el paraíso en este hotel espectacular. Las instalaciones y las vistas desde la habitación son increíbles. El personal, especialmente Asiel, nos hizo sentir como en casa en todo momento. La comida era genial. Aunque probamos cenar en otro lugar una noche, no valía la pena. La cena era increíble y cambiaba cada noche, así que terminábamos conociendo muchos platos tradicionales mexicanos. El enclave donde se ubica el hotel es fantástico, entre desierto y mar, con unas vistas inmejorables. La disposición del hotel es muy buena, con la independencia de las habitaciones y el encanto del diseño, lo que lo hace único. El equipo humano, con los propietarios presentes, hace que la estancia sea maravillosa. se disfruta enormemente de la comida. Recomendable 100%. El lugar es idílico, decorado con muy buen gusto y repleto de lugares y rincones con encanto para perderse. Las habitaciones son acogedoras y te hacen sentir como en casa. Las vistas son impresionantes y la zona de la piscina está muy bien acondicionada. No hay cobertura, lo que ayuda a intensificar la sensación de estar en un lugar perdido y a conseguir un descanso total. Mucha paz, mucho encanto, un entorno muy bonito y unos anfitriones amables que te brindan un trato familiar y cercano.

No me puedo quejar de nada. 😊

Las instalaciones son impresionantes, con vistas increíbles y habitaciones acogedoras. El personal es atento y te hacen sentir como en casa. La comida es genial, con variedad de platos tradicionales mexicanos. El ambiente es de paz y encanto, perfecto para descansar y desconectar.

Fue una visita de grupo y Villa del Faro superó nuestras expectativas. El enclave entre desierto y mar, las vistas inmejorables, la independencia de las habitaciones y el encanto del diseño lo hacen único. Además, el equipo humano, con los propietarios en el lugar, hizo que nuestra estancia fuera maravillosa. disfrutamos enormemente de la comida. Recomendable al 100%.

faltó algo.

El lugar es idílico, decorado con muy buen gusto, repleto de lugares y rincones con encanto para perderse. Las habitaciones son acogedoras y te hacen sentir como en casa. Las vistas son impresionantes y la zona de la piscina está muy bien acondicionada. No hay cobertura, lo que intensifica la sensación de estar en un lugar perdido y permite tener un descanso total. Mucha paz, mucho encanto, un entorno muy bonito. Los anfitriones son muy amables, el trato es familiar y cercano. Me sentí como en un oasis en medio del desierto.

Me sentí muy relajado, no tengo ninguna queja.

En este hotel, disfrutamos de una estancia idílica. El lugar está decorado con buen gusto y cuenta con muchos rincones encantadores para explorar. Las habitaciones son acogedoras y te hacen sentir como en casa. Además, las vistas son impresionantes y la zona de la piscina está muy bien cuidada. También destacamos el trato del personal, que fue muy amable y cercano. En cuanto a la ubicación, este hotel está en una zona fantástica, entre el desierto y el mar, lo que ofrece vistas inmejorables. También es importante mencionar que las instalaciones del hotel son de alta calidad y que pudimos disfrutar de un tranquilo descanso sin preocuparnos por el ruido de la ciudad.

No hay nada malo que decir.

La ubicación en la playa: el hotel está situado en un entorno increíble, entre el desierto y el mar, con unas vistas inmejorables. La limpieza: las instalaciones del hotel están impecables, todo está muy bien cuidado y limpio. El desayuno: cada mañana me sorprendieron con deliciosos platos para empezar el día lleno de energía. El personal: el equipo del hotel fue muy amable y atento, siempre dispuesto a ayudar en lo que necesitara.