El riad se encuentra en el corazón de la ciudad, lo que permite estar cerca de todas las atracciones turísticas. Las habitaciones son estupendas y están limpias, y el servicio del personal es excelente. Además, el desayuno es delicioso y abundante, con una gran variedad de opciones. se destaca la terraza, donde se puede disfrutar de hermosas vistas.

La calle para llegar al riad puede ser un poco difícil de encontrar al principio.

El riad es muy tranquilo y alejado del bullicio de la plaza. El personal es muy amable y la decoración de la habitación es exquisita. La cama es muy cómoda y el servicio es atento. Aunque un poco complicado de encontrar, una vez ubicado es fácil llegar. La piscina ayuda a refrescarse en los días calurosos y la terraza superior con camas es perfecta para descansar. La limpieza de la habitación es muy buena y está decorada con mucho gusto.

Estaba como en casa, no me puedo quejar.

El trato del personal es excelente, cuidando todos los detalles desde el momento en que reservas. Se encuentra dentro de la medina a pocos minutos de la plaza, muy céntrico. Desayunos variados cada día, café, zumo de naranja, frutas, quesos y dulces típicos. Tienen cerveza en el alojamiento a muy buen precio. Sin duda volvería a repetir, Marrakech y el riad le rihani enamoran.

Me sentí bien atendido, no tengo ninguna queja.

La ubicación justo en el centro de las cosas es perfecta. El hotel está en el corazón de la ciudad vieja, cerca de la plaza mayor. La limpieza en todo el establecimiento es impecable y el desayuno es rico. Además, el personal es muy amable y servicial.

No he tenido ningún problema.

el servicio excepcional de Sofia y el personal hizo que nuestra estancia en Riad Le Rihani fuera más que excelente. Desde el momento en que llegamos hasta que dejamos el hotel, nos cuidaron y aseguraron que llegáramos bien a nuestro destino. Sin duda, volveremos por el lujoso aspecto del riad y la calidad de la gente que trabaja allí.

Difícil de encontrar sin señalización clara.

Me encantó todo en el riad. La ubicación es perfecta, justo en el corazón de la medina y a solo unos pasos de la plaza principal. El servicio del personal fue excepcional, se nota que se preocupan por los huéspedes. Además, algunos de ellos hablaban español, lo cual facilitó la comunicación. La limpieza del lugar era impecable y la habitación era espaciosa y estaba decorada con buen gusto. La piscina y la terraza también eran fantásticas. A pesar de estar en el centro de la ciudad, el riad era muy tranquilo, solo se escuchaban los pájaros. Sin duda, me alojaría nuevamente en este riad.

Recomendaría este lugar.