Pasamos un fin de semana fabuloso en un hotel en el centro de un encantador pueblo. La ubicación era perfecta, junto a una hermosa iglesia. Nuestra habitación era amplia y limpia, con todas las comodidades necesarias. El desayuno fue delicioso, con una gran variedad de opciones. El personal fue amable y servicial. La única desventaja fue que el restaurante adjunto estaba un poco ocupado, lo cual afectó el servicio en el momento del check-in.

Nos encantó nuestra estancia en este hotel. El personal es amable y servicial, las habitaciones son espaciosas y modernas, y la limpieza es impecable. Además, la ubicación es perfecta, en el centro de esta encantadora ciudad, muy cerca de la iglesia de San Nicolás. El desayuno fue delicioso y abundante, con una gran variedad de opciones.

No hay nada malo que decir.