El hotel está situado en el encantador Barrio de San Blas, cerca de los principales lugares de interés y del distrito histórico. Además, se encuentra en una colina, lo que ofrece unas vistas impresionantes. Las habitaciones son cómodas y están decoradas de manera única, basadas en las tradiciones peruanas. El personal es muy amable y servicial, incluso nos permitieron dejar nuestras maletas antes de nuestra visita a Machu Picchu. El desayuno es delicioso y ofrece opciones personalizadas como tortillas o huevos al gusto.

Algunos huéspedes han mencionado que la calle empinada para subir al hotel puede ser un inconveniente para personas con movilidad reducida o niños.

Excelente atención del personal

Buena ubicación cerca de la plaza. Habitaciones limpias y cómodas.- Variedad y calidad en el desayuno.- Detalles y sorpresas diarias

Habitaciones amplias y cómodas con calefacción y bolsa de termo. Atención amable, proporcionando chocolatitos, bolsas de agua tibia y piano en el lobby. Organizaron rápido una VAN. Ambientación colonial bonita, atención detallada del personal y excelente comida en el restaurante.

Este hotel es una joya escondida en la cuesta de San Blas, en Cusco. Me encantó su ubicación en uno de los barrios más pintorescos de la ciudad, con calles empedradas y una vista impresionante desde la terraza del segundo piso. Las habitaciones son acogedoras y las camas son muy cómodas, lo que garantiza un buen descanso después de un día explorando la ciudad. Además, el desayuno incluido era delicioso y ofrecía una variedad de platos peruanos que me encantaron.

Todo estuvo bien, no tengo ninguna queja.

Servicio general del hotel. Habitaciones amplias y confortables.- Personal amable y atento.- Excelente ubicación.

Nada, ninguna queja.