El hotel está ubicado muy cerca del centro histórico y del paradero de buses a otros barrios y provincias de Lima. Además, disponen de una increíble terraza para descansar y tomar algo, que próximamente funcionará como bar con música. Las habitaciones son cómodas y el servicio de limpieza es muy bueno. Destaco la amabilidad y atención de Gustavo, quien lleva la recepción y hace que tu experiencia de viaje sea mucho más divertida y te ayuda en todo lo que necesites. Muy recomendable tanto para viajar solo como en pareja.

Me sentí como si me trataran como a un rey, no tengo ninguna pega.

Lugar perfecto para quedarse en Lima. Personal increíblemente amable y atento. Terraza en la azotea próxima a convertirse en bar. Habitaciones cómodas y limpias. Recomendado.

El hotel está ubicado en una zona conveniente, cerca del centro de la ciudad. Además, cuenta con un supermercado surtido en la esquina, lo cual es muy práctico. hay varios mercaditos cerca para ir a comer.

El internet del hotel es intermitente y la señal es baja.

mi estadía en lima fue excelente. brickell hotel superó mis expectativas. habitaciones limpias y cómodas, personal amable y atención las 24 horas. recomendado. wifi malo pero el resto fue genial.

La amabilidad de los recepcionistas y la ubicación cercana al hospital del niño de Breña fue excelente para mi cita. Además, la zona se veía tranquila y segura.

La limpieza impecable, las instalaciones del hotel en buen estado y el desayuno delicioso. El personal es amable y servicial. La ubicación cerca del centro de la ciudad es conveniente para explorar lugares turísticos.

Para nosotros fue ideal.

La ubicación del hotel es perfecta! Estábamos cerca de tiendas, restaurantes y también de varios lugares turísticos. Además, el personal fue extremadamente amable y servicial, lo cual hizo que nuestra escapada romántica fuera aún más especial.

Hubo algunos aspectos negativos que no puedo pasar por alto. La señal del wifi era bastante débil e intermitente, lo cual fue un poco molesto.

Lo mejor de mi experiencia en este hotel durante mi Año Nuevo fue la ubicación perfecta para visitar la ciudad. El personal del hotel fue increíblemente amable y atento, especialmente Gustavo, quien hizo que mi estancia fuera muy agradable. Además, la terraza en la azotea es un lugar genial para relajarse y disfrutar de una bebida mientras escuchas música.

Lo que menos me gustó fue que se podían escuchar las voces de las personas cuando hablaban cerca o en el pasillo, pero este problema solo ocurría cuando pasaban por ahí. Además, no me avisaron que el servicio de limpieza se realizaba cuando uno no estaba en la habitación, por lo que si no salías en un día, no entraba el servicio de limpieza.

¡Lugar perfecto para quedarte en tu visita a Lima! El personal del hotel es increíblemente amable y atento, destacando a Gustavo, quien nos hizo sentir muy bienvenidos durante nuestra estancia en Brickell. La ubicación es muy conveniente, justo en frente de la Municipalidad de Muña y con un supermercado surtido en la esquina. El sector es tranquilo y hay mercaditos cercanos para comer. A solo 20 minutos caminando de la plaza principal. Además, la habitación cuenta con ventilador para el calor del invierno y un bar en la azotea en proceso de apertura. ¡Muy recomendable!

Es difícil mencionar algo negativo 😕

La amabilidad del personal, sobre todo el joven Jakson, fue excelente. Nos preparó una mesa en la terraza para celebrar nuestro aniversario, un detalle muy bonito. También nos permitieron utilizar la cocina cuando la necesitamos. Las habitaciones eran bonitas y limpias. El hotel está ubicado en un lugar tranquilo y cerca del centro, lo que permite hacer caminatas fácilmente.

Me sentí muy bien, no tengo ninguna pega.

Lo mejor de mi estadía en este lugar fue el personal muy amable y servicial. Además, la ubicación es excelente, con muchas tiendas, restaurantes y lugares turísticos cerca. me gustó mucho que me brindaran acceso a WiFi y televisión por cable en la habitación.

Uno de los aspectos que no me gustó fue que no cambiaban las sábanas a diario, lo que me hizo sentir un poco incómodo. Además, la luz del pasillo se apagaba tarde y dificultaba mi descanso adecuado.