Nos encantó la ubicación del hotel, ya que estaba muy cerca de la playa y también a poca distancia de la hermosa ciudad de Tavira. Además, las habitaciones eran amplias y estaban impecablemente limpias, lo cual fue muy agradable. Otra ventaja fue el delicioso desayuno que nos ofrecieron todas las mañanas.

No nos gustó demasiado el trato recibido por parte del personal, ya que nos parecieron un poco insistentes y poco agradables. Además, consideramos que las normas de la piscina no eran adecuadas, ya que permitían que los niños gritaran y jugaran con pelotas dentro del agua, lo cual nos incomodó bastante.

El hotel está convenientemente ubicado cerca de las playas de Manta Rota y Fábrica, lo que permite disfrutar del sol y el mar en poco tiempo. Las habitaciones son cómodas y están equipadas con camas amplias y confortables, perfectas para descansar después de un día de turismo. Además, el desayuno es delicioso y variado, ofreciendo una gran selección de platos para empezar el día con energía. Por si fuera poco, las instalaciones son modernas y limpias, y el personal es atento y amable, garantizando una estancia agradable.

El horario de cierre del bar es un poco temprano, lo que puede ser inconveniente para aquellos que deseen disfrutar de una copa o un momento de relajación en la piscina en horas de la noche.