Este encantador alojamiento nos transporta a un ambiente de elegancia y estilo. Las casitas están bellamente decoradas y el entorno de los atardeceres del Alentejo es simplemente impresionante. Además, el trato de los empleados es exquisito y todos los detalles están cuidados al máximo. La ubicación es perfecta para desconectar y descansar, con hermosas zonas comunes, una impresionante piscina y un restaurante donde se sirven deliciosas cenas. Sin duda, una estancia maravillosa.

Como única pega, las ventanas de las habitaciones no tienen persianas, lo que permite que entre algo de luz a través de las cortinas opacas. Aunque para la mayoría no es un problema, puede molestar a aquellos que necesitan total oscuridad para dormir.