La comodidad de las instalaciones y su ubicación privilegiada nos permitieron disfrutar plenamente de la zona. Al llegar, nos obsequiaron con una degustación de vinos, lo cual fue una experiencia extraordinaria. También nos encantó pasar la tarde en la piscina. En resumen, este lugar es perfecto para experimentar la verdadera esencia del Valle del Duero. Ideal tanto para parejas como para familias. ¡Y los perros son adorables también!

Todo fue genial, 😊

Paisaje sorprendente, instalaciones cómodas, personal amable e informado, cata y visita a la bodega, restaurante de calidad.

Nada que pueda disgustar.

La ubicación en las colinas del Valle del Duero, rodeado de viñedos, proporciona unas vistas impresionantes. Además, se encuentra en la orilla del río, lo que brinda una atmosfera tranquila y relajante. Los huéspedes pueden disfrutar de la degustación de vinos y queso, así como de la piscina en las tardes calurosas. Las instalaciones de la habitación son cómodas, con un buen servicio y un desayuno delicioso.

Sería deseable que el hotel tuviera un restaurante abierto durante todo el año para evitar tener que conducir por carreteras complicadas en busca de opciones de cena en la zona.

Los mejores aspectos de este alojamiento fueron la ubicación y las instalaciones del hotel. Está perfectamente ubicado para descubrir las bodegas del Duero y ofrece unas vistas magníficas si te asomas al interior del valle. Además, las instalaciones del hotel son muy cómodas y limpias, y también cuenta con un hermoso jardín donde se puede disfrutar de la tranquilidad y la belleza de la naturaleza. No puedo olvidar mencionar el delicioso desayuno que se ofrece, y el amable y servicial personal del hotel.

No pude encontrar ningún fallo.

Hermosas vistas, cómodas instalaciones y personal amable y bien informado sobre vinos. Buen restaurante y cercano a DOC de Ruy Paula. Paseo precioso cerca del río y la naturaleza. Lugar ideal para descansar y disfrutar del Valle del Duero. Adorable para parejas, familias y perros.

Increíble estancia en el corazón del Valle del Duero! Este hotel es una joya escondida entre los viñedos de la región. Lo mejor de todo es su relación calidad-precio. Las habitaciones tienen vistas impresionantes al río Duero y están equipadas con todas las comodidades necesarias, ¡incluso una cocina! Además, el desayuno es una delicia con vistas INCREÍBLES al agua. El personal es encantador y muy bien informado sobre los vinos de la zona, ofreciendo degustaciones y visitas a la bodega. Una experiencia que vale la pena vivir.¿Algo negativo? ¡Todo estaba perfecto!