Excepcional en todos los sentidos! Pulcritud, tranquilidad, trato amable. Desayuno completo y rico. Habitación cómoda y con bonitas vistas. Buena ubicación para visitar la isla.

Durante nuestra estancia en Mallorca, decidimos hospedarnos en Fincahotel Los Naranjos y fue una elección acertada. Desde el momento en que llegamos, nos sentimos como en casa. El encargado, Marco, fue muy amable y estuvo pendiente de que tuviéramos todo lo que necesitábamos. Nos recomendó un fantástico restaurante con una excelente relación calidad-precio y nos sugirió pueblos para visitar. Además, el desayuno era delicioso, con café, infusiones, fruta y chocolate disponible en todo momento. Las habitaciones eran amplias, cómodas y estaban decoradas con buen gusto. La finca en sí era tranquila y estaba cerca de todo. Gracias a Marco y a todo el equipo por hacernos sentir como en casa.

No tengo ninguna queja en particular.

Este lugar es increíble. La ubicación es perfecta, cerca de todo pero al mismo tiempo en un entorno tranquilo y pacífico. Las habitaciones son amplias, cómodas y están impecablemente limpias. El personal es amable y siempre dispuesto a ayudar en todo lo que necesites. La piscina es ideal para relajarse y las vistas son maravillosas. Además, el desayuno es delicioso y abundante. ¡Recomiendo este lugar a cualquiera!

Recomiendo este hotel a cualquiera.

Habitaciones amplias y decoradas con estilo, con salida directa al jardín de naranjos. Trato del intendente simpático y afable. Ubicación tranquila y comunicación fácil con toda la isla en coche. Buffet de desayuno excelente y atención por encima de lo esperado.

En general, tuve una experiencia agradable en el hotel y disfruté de las comodidades y la tranquilidad que ofrecía. A pesar de los pequeños inconvenientes, recomendaría este lugar para aquellos que buscan relajarse y disfrutar de las hermosas vistas de la montaña.

Me encantaron las vistas panorámicas de la montaña Tramuntana desde el hotel y la piscina. Además, el zumo de naranja recién exprimido en el desayuno fue delicioso.

Me encantó la cercanía del hotel a Palma y a las playas, pero al mismo tiempo poder disfrutar de la paz y tranquilidad del lugar. La habitación era amplia, cómoda y muy limpia, con todo lo necesario y más. El personal era muy atento y discreto, siempre dispuesto a ayudar en lo que necesitáramos. Además, la piscina era ideal y las vistas a la naturaleza y las montañas eran impresionantes.

Hubo algunos problemas menores con el desayuno, pero el personal los solucionó rápidamente.