El Agriturismo Urrutia es simplemente maravilloso. Mi estancia fue de ensueño, en un entorno natural mágico y con una ubicación perfecta. Lo mejor de todo es que aceptan mascotas, lo cual me permitió disfrutar de unos días inolvidables con mi peludo. La familia Urrutia me hizo sentir como parte de la familia, con su amabilidad y calidez. Además, el aparcamiento en la puerta, la limpieza impecable, las cómodas habitaciones, los deliciosos desayunos y las genuinas cenas con productos naturales y tradicionales. ¡Los echaré de menos, Alfonsina y Nela!

De verdad que lo recomiendo.

Mi estancia en Agroturismo Urrutia en Osma ha sido increíble. Me sorprendieron con deliciosos desayunos caseros y cenas de alta calidad. Las habitaciones son espaciosas y cómodas, con detalles cuidados. Los propietarios, Andrés e Inma, son encantadores y se desviven por hacerte sentir como en casa. Además, la ubicación es perfecta para disfrutar de la tranquilidad del pueblo.

La comodidad, la ubicación y la atención al cliente son excelentes. Siempre disponibles y haciendo que la estancia sea más agradable. Las instalaciones están limpias, las camas son cómodas y reciben con pequeños detalles encantadores. La comida casera es deliciosa, especialmente en los desayunos. El jardín exterior bien cuidado es perfecto para relajarse y disfrutar.

Me sentí muy bien, no tuve ningún inconveniente.

nuestra estancia en osma en Agroturismo Urrutia Villa superó todas las expectativas. La atención del personal fue excepcional, siempre disponibles y atentos a nuestras necesidades. Las instalaciones estaban impecables, la comida deliciosa y casera, y el jardín exterior era un lugar perfecto para relajarse.

falta de aparcamiento

La comodidad de las habitaciones y la ubicación del hotel. Además, el personal del hotel fue muy amable y servicial durante toda mi estancia.

Todo estupendo.

Inma y Andrés son unos grandes anfitriones, muy amables y cercanos. Los productos que nos ofrecieron son todos locales y de temporada, y algunos elaborados por la propia Inma. La cena estaba exquisita, con una elaboración de verduras y pescado digna del mejor restaurante. La casa está en una ubicación perfecta para ver la Torre Varona, las Salinas de Añana, el mirador del Salto del Nervión o la cascada de Gujuli, así como las ciudades de Orduña o Vitoria. La amabilidad, el cariño con que hacen su trabajo. Desde el primer momento te hacen sentir muy a gusto. Los desayunos y las cenas excepcionales: comida casera hecha con mucho mimo y amor. La casa muy acogedora y muy limpia. Tienen una terraza que a la noche se vuelve mágica.

Me sentí muy afortunado de haber encontrado este lugar, no tengo ninguna queja en absoluto.