La habitación y el confort eran fantásticos, creando un ambiente agradable y familiar. Además, la amabilidad de la anfitriona Maribel fue excepcional, siempre atenta y dispuesta a ayudar. La ubicación fue perfecta para descansar, alejada del bullicio de la ciudad y permitiendo una estancia tranquila.

El hecho de que el pueblo estuviera un tanto desolado dificultaba encontrar opciones para comer cerca, con limitadas alternativas y calidad en los establecimientos cercanos. Sería beneficioso contar con más variedad gastronómica en las cercanías para mejorar la experiencia de los huéspedes.

Nuestra estancia en Albergue-Hostel Casa da Gandara fue simplemente increíble. Desde el momento en que llegamos, Maribel nos recibió con los brazos abiertos y nos brindó toda su ayuda y atención. La casa en sí es impresionante, moderna y totalmente renovada. Todo estaba impecable y la cama era muy cómoda. Maribel incluso nos ofreció llevarnos en coche a un restaurante y nos recomendó lugares para comer. Su amabilidad y pasión por su trabajo realmente marcaron la diferencia. Si estás buscando un lugar para comer, te recomiendo Casa Moncho. Nuestra noche de descanso antes de continuar el Camino de Santiago fue perfecta gracias a Maribel. ¡Muchas gracias por todo y nos vemos pronto!

Nos quedamos muy contentos con la limpieza impecable de todas las instalaciones y la atención dedicada del personal. Además, el jardín acondicionado para disfrutar de cenas al aire libre y la acogedora zona de lareira para relajarse al calor en invierno fueron detalles que nos encantaron. Sin olvidar mencionar la experiencia única de degustar chuletones recién hechos al fuego en el horno tradicional. nos gustó mucho la ubicación, perfecta para visitar los hermosos paisajes de la zona y realizar rutas por bosques y ríos.

No pude encontrar ningún fallo.

Mi estancia en Casa da Gándara fue maravillosa. La casa está cuidadosamente decorada y las habitaciones son impecables y cómodas. Me encantó el ambiente rural y tranquilo que se respira en el patio interior. Además, la hospitalidad de Maribel, la dueña, fue excepcional. No puedo dejar de mencionar el delicioso desayuno que se sirve con esmero. Definitivamente recomendaría este lugar a cualquiera que quiera disfrutar de la belleza de Galicia.

El único inconveniente es que el pueblo donde se encuentra la casa es un poco tranquilo y no hay muchas opciones para comer. Sin embargo, a pocos minutos en coche hay un bar que ofrece comida decente.