El albergue cuenta con unas instalaciones modernas y limpias. Las camas son cómodas y ofrecen intimidad gracias a las cortinas y estanterías. disponen de enchufes para cargar el móvil y luz individual. La atención de Laura, la recepcionista, es excepcional. Siempre dispuesta a ayudar y resolver cualquier problema. Además, el albergue cuenta con una zona común equipada con electrodomésticos y cubos de basura para reciclar. hay una lavadora y tendederos para secar la ropa. Si el clima acompaña, se puede disfrutar del patio trasero.

Me sentí como si estuviera relajándome en casa, no tengo ninguna queja.

Al llegar al albergue nos recibió Laura, un encanto de chica. Hemos venido dos veces a este albergue, durante el camino y después. Las dos veces nos atendió ella y nos ayudó en todo lo que pudo, pese a que tuvimos varios percances. Las instalaciones son muy nuevas y limpias. Las habitaciones son cómodas y dan mucha sensación de intimidad con las cortinas en las camas. Además, las camas son muy cómodas, equipadas con sábanas limpias y almohadas cómodas. El albergue también cuenta con una zona común equipada con todo lo necesario, como nevera, microondas, tostadora y cafetera. También tienen servicio de lavadora y tendedero. Si hace buen tiempo, se puede disfrutar del patio trasero. Además, está muy cerca de Baiona, puedes llegar al centro en un paseo a orillas del mar.

Es difícil mencionar algo negativo 😊.

La limpieza del albergue fue impecable, todo estaba en perfecto estado. Las instalaciones del hotel eran excelentes, con una cocina bien equipada y un patio trasero muy agradable. El personal fue extremadamente amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar en todo lo que necesitaba.

Honestamente puedo decir que no había nada que no me gustara.

Cama cómoda, enchufe y luz individual, instalaciones nuevas, patio soleado, cerca de Baiona.

Nada, ninguna queja.

Estuve hospedado en el Albergue Playa de Sabaris durante mi viaje por el Camino de Santiago. Las camas eran cómodas y las taquillas espaciosas. Los baños estaban en buenas condiciones, al igual que la cocina, aunque solo permitían hacer infusiones y bocadillos. La máquina de vending también fue útil. Además, la zona de lavadero contaba con lavadora y secadora, y había suficiente espacio en la zona de tender la ropa.

El personal encantador y amable nos ayudó en todo momento. Las camas en los cubículos con cortinillas daban mucha intimidad y eran cómodas. La zona común con nevera, microondas y cafetera era práctica. había lavadora y tendederos para lavar y secar la ropa. La ubicación cerca del Camino de Santiago era conveniente. 😊