nuestra estancia en Artieda superó nuestras expectativas. El albergue era acogedor, con cómodas habitaciones y un baño solo para nosotros. El personal amable y las vistas a los Pirineos impresionantes. Los menús ofrecían opciones deliciosas y saludables, ideales para celíacos. Además, pudimos llevar a nuestro perro sin costo adicional. El entorno y el ambiente familiar completaron una experiencia perfecta.

Falta de limpieza. encontramos excrementos de ratón y telarañas por todo el lugar.

La ubicación del albergue es espectacular, con impresionantes vistas a los Pirineos. El entorno es tranquilo y perfecto para desconectar. El personal fue muy amable y acogedor. Disfrutamos de la comodidad de las habitaciones y la variedad de opciones en el menú del restaurante. Además, nos permitieron llevar a nuestro perro sin ningún coste adicional.

Nos hubiera gustado encontrar un menú infantil más apetecible para nuestros hijos. También nos perdimos parte del desayuno, ya que empezaba bastante temprano y no quedaba mucha variedad cuando nos despertamos más tarde.

Nos alojamos en este albergue con unos amigos y nos encantó. Aunque es pequeño, nos sentimos acogidos desde el primer momento. Las vistas de los Pirineos son impresionantes y la ubicación es perfecta. Los colchones eran muy cómodos y los menús del restaurante eran deliciosos, además tenían opción para celíacos. También nos gustó mucho poder dejar nuestros alimentos en la nevera comunitaria. Aunque el camping compartía servicios, pudimos hacer una barbacoa y disfrutar del entorno natural. En general, fue una experiencia fantástica y lo recomendaría a otros viajeros.

Hubo algunos detalles que podrían mejorar. Por ejemplo, faltaba gel y champú en las duchas, aunque no lo pedimos porque llevábamos nuestro propio.

En nuestro caso ocupamos 2 habitaciones y por tanto el baño era solo para nosotros. Considerando que es un albergue, es estupendo. Ideal para ir en grupo de amigos. El personal fue acogedor y las vistas a los Pirineos impresionantes. Los colchones eran muy cómodos y los menús del restaurante tenían opciones interesantes, incluyendo alimentos de proximidad y ecológicos. Además, nos facilitaron una nevera comunitaria para nuestros alimentos. El entorno era espectacular, con zonas verdes bien cuidadas y un ambiente familiar. En general, nuestra estancia fue muy cómoda y agradable.

Recomiendo este lugar insistentemente.