La ubicación del hotel es excelente, ya que está cerca de varios lugares de interés y tiendas. Además, cuenta con una galería y un patio encantador donde se puede disfrutar del aire libre. me gustó mucho el ambiente histórico y antiguo del lugar, le daba un encanto especial.

En cuanto a las habitaciones, algunas literas hacían mucho ruido al andar, lo cual podría resultar molesto para algunos huéspedes. las duchas eran pequeñas y los aseos mixtos, lo cual era un inconveniente.

Un alojamiento con encanto, al tratarse de un edificio histórico. Aunque las tarimas de madera hacen mucho ruido al andar, esto forma parte del encanto de hospedarse en un lugar así. Las zonas comunes son muy agradables y amplias, con espacios interiores y exteriores, una cocina completa, un área para lavar y tender la ropa e incluso una fuente para descansar los pies cansados. Las habitaciones son amplias y cómodas, aunque la zona de duchas puede resultar un poco justa en espacio para dejar la ropa.

Nada, es perfecto. 😉

Agradable local con historia y encanto antiguo. Amplias zonas comunes, incluyendo un acogedor patio interior en verano. Personal amable que brinda buenas explicaciones. Cerca de la catedral y de un ambiente peregrino animado. Gran relación calidad-precio.

El albergue tiene un encanto especial debido a su edificio histórico. Las habitaciones son amplias y las zonas comunes muy agradables. Además, la ubicación es excelente, justo al lado de la catedral.

Me sentí totalmente como en casa, no tengo ninguna queja en absoluto.

Me encantó la ubicación del Albergue San Javier - Solo Para Peregrinos, justo al lado de la catedral. El ambiente entre los peregrinos era realmente agradable y el chico de recepción fue muy amable y servicial al explicar todo. Además, las zonas comunes, como la galería y el patio, eran realmente agradables y le daban al lugar un encanto antiguo.

Hubo un problema con el sonido de las literas en nuestra habitación. Una de las literas hacía un ruido continuo incluso cuando nos recostábamos.

El albergue cuenta con instalaciones amplias y bonitas, como un gran comedor, dos cocinas equipadas y un patio interior. tiene una sala en la planta superior con camas bajas, perfecta para descansar. El ambiente es amable y acogedor, ideal para peregrinos. Además, la ubicación es perfecta, ya que está cerca de la catedral.

Me sentí afortunado, no me puedo quejar.

El albergue San Javier es un lugar encantador para hospedarse. Nos enamoramos de su hermoso edificio antiguo con suelos de madera que, aunque hacen ruido al andar, le dan un encanto especial. Las zonas comunes son amplias y acogedoras, con una chimenea y sofás perfectos para el invierno, y un agradable patio interior para el verano. Además, la amabilidad de los hospitaleros fue excepcional, incluso nos cocinaron pimientos para disfrutarlos. En resumen, una experiencia maravillosa en un lugar con ubicación ideal y buen ambiente.

Imposible encontrar algo negativo en este albergue. 😊