Entorno tranquilo y acogedor, atención excepcional. Casa con comodidades para desconectar. Limpieza impecable, cena y desayuno deliciosos. Repetiríamos sin dudar.

Ubicación tranquila y atención increíble. Casa con todas las comodidades y limpieza impecable. Cena y desayuno deliciosos. Una gran elección.

Me encantó la experiencia de pasar el Año Nuevo en este lugar. Lo que más me gustó fue la amabilidad y simpatía de los anfitriones, realmente hicieron todo lo posible para que nos sintiéramos cómodos. Además, disfruté mucho de la comida casera y abundante que nos ofrecieron, ¡realmente deliciosa! Otro aspecto positivo fue la tranquilidad y paz que se respiraba en el entorno, perfecto para desconectar y relajarse.

Por otro lado, aunque el lugar estaba un poco alejado del camino, aprecié muchísimo que nos recogieran cerca y nos evitaran caminar varios kilómetros adicionales. Sin embargo, debo mencionar que los colchones o camas eran un poco incómodos, lo cual fue un inconveniente.

Un lugar con encanto, apartado de todo y con mucha paz y tranquilidad. Los dueños, Patrícia y Adrián, son encantadores y muy atentos en todo momento, lo que hace que la estancia sea perfecta. Las deliciosas cenas y el servicio durante ellas son de 10. Sin ninguna duda, recomendaría este lugar tanto para peregrinos que quieran tener una noche de relajación total como para disfrutar de un fin de semana de desconexión. es imprescindible ver cómo cae el atardecer.

Puedo recomendar este hotel a todos.

Lo mejor de mi experiencia en este hotel fue la tranquilidad y el encanto del entorno en medio del campo. Las habitaciones eran bonitas y las camas muy cómodas. El desayuno fue sin duda el mejor que tuve durante mi estancia. Además, disfruté mucho del jardín para descansar por la tarde.

Lo peor fue la ubicación complicada, ya que estaba alejado del camino y tuve que caminar unos kilómetros para llegar. Aunque el personal ofreció recogerme en un pueblo cercano, fue un poco incómodo.

Nuestra estancia en Casa Bolboreta fue estupenda. A pesar de estar un poco alejado del camino, nos recogieron cerca para no cansarnos más. La comida era abundante y deliciosa, y los dueños fueron amables y simpáticos. Si tuvieran televisión en las habitaciones sería perfecto. Además, nos encantó que nos preocuparan nuestras alergias antes de la cena y el desayuno. Los alrededores eran preciosos y tranquilos, perfectos para descansar después de una etapa del Camino de Santiago. Aunque no era el tipo de alojamiento que buscábamos, recomendaría Casa Bolboreta para los caminantes que buscan un albergue. En general, recomiendo este hotel.