La ubicación de este hotel rural es perfecta para aquellos que buscan tranquilidad y relajación. Está situado en una finca donde se puede disfrutar de hermosos paisajes naturales y también está cerca de la playa. Además, me encantó la calidad de la rehabilitación de la finca, que combina perfectamente el encanto rústico con comodidades modernas. El personal del hotel fue extremadamente amable y servicial, desde el desayuno atendido en la mesa hasta la recepcionista que se aseguró de que todas nuestras necesidades fueran atendidas. ¡Fue una estancia maravillosa!

Honestamente puedo decir que no había nada que no me gustara.

Trato amable, comida buenísima, sitio espectacular, limpio y cómodo. Puntuación 10/10.

El lugar es perfecto para desconectar y relajarse. El personal nos hizo sentir como en casa y estuvo atento a todas nuestras necesidades. La habitación era espaciosa y luminosa, con una bañera de hidromasaje que nos encantó. Disfrutamos de la hermosa piscina y de los deliciosos desayunos en la terraza. Sin duda, un lugar al que volveremos.

Emplazamiento ideal, alejado del ruido pero cerca de todo. Habitaciones amplias con detalles rústicos pero cómodas. Personal encantador y amable dispuesto a ayudar en todo. Desayuno variado y de calidad. Instalaciones completas, te prestan toallas para la playa y sombrillas.

Este hotel rural cuenta con una ubicación muy cercana al aeropuerto, lo cual es muy conveniente para los viajeros. Además, las habitaciones son amplias y bonitas, con vistas increíbles y una paz y tranquilidad ideales para relajarse. se destaca la amabilidad del personal, quienes brindan recomendaciones de lugares para visitar y comer.

Nos encantó este lugar con historia y encanto, superó nuestras expectativas. Es perfecto para relajarse y desconectar en un entorno de gran belleza. Las camas eran súper cómodas, las toallas y amenidades de primeras marcas, y todo cuidado hasta el último detalle. Todo lo que puedes esperar de un buen hotel. Además, la casa mantuvo la autenticidad de la arquitectura tradicional, lo cual nos encantó. El desayuno en la terraza con el solecito fue un placer, y también nos gustó que tengan cuadros y esculturas que se pueden comprar. El personal fue muy amable y atento, haciéndonos sentir como en casa. La empleada de recepción fue encantadora y siempre estuvo pendiente de nuestras necesidades. Fue un detalle muy especial que nos ofrecieran una plancha y una mesa de planchar en la habitación. En general, fue una experiencia maravillosa y definitivamente recomendamos este lugar a familiares y amigos.

Recomendamos este hotel a familiares y amigos.

Me encantó el trato amable y cercano de todo el personal. El ambiente tranquilo y limpio, la comida buenísima y el sitio espectacular. Las camas eran super cómodas y todo estaba cuidado hasta el detalle.

Me sentí muy cómodo, no tengo ninguna razón para quejarme.