Me ha gustado mucho el entorno y la tranquilidad del lugar. Las vistas son inmejorables y es perfecto para desconectar. Además, tener la opción de cocinar en mi propio apartamento fue muy conveniente. Por otro lado, es importante mencionar que el lugar está un poco alejado, pero esto le suma puntos ya que no hay nada de ruido y se puede disfrutar de la paz y la naturaleza. destaco la amabilidad de los anfitriones, quienes nos ayudaron rápidamente con cualquier necesidad que tuviéramos.

También hubo algunas cosas que no me gustaron. En primer lugar, la calefacción en mi apartamento era insuficiente y pasé frío durante mi estancia.

El lugar es fabuloso, un entorno tranquilo con vistas bonitas. El jardín está muy bien cuidado y nos regalaron productos de su huerta, ¡los tomates estaban deliciosos! La tranquilidad, el silencio y la paz que se respira son increíbles. Los dueños fueron amables y atentos, especialmente Gorka y Saioa. Estuvimos muy a gusto y con ganas de volver.

No se me ocurre nada 😄

El entorno natural es extraordinario, se respira paz y solo se ve naturaleza. El alojamiento es acogedor y con una decoración rústica encantadora.La atención del personal es excepcional, siempre atentos y detallistas.Las instalaciones del hotel son cómodas y limpias.

Nada, todo bien.

la estancia en Larrago fue un verdadero placer, superando nuestras expectativas. El encanto y limpieza del apartamento, la tranquilidad del entorno y la atención de los dueños fueron destacables. Nos sorprendió gratamente el detalle de reemplazar la televisión rápidamente y el obsequio que nos dejaron. Sin duda, volveríamos a repetir.

Faltaban armarios y perchas para guardar y colgar ropa, especialmente para una familia de 4 personas.

Nos encantó la anfitriona, los burritos, el gato, y la infinidad de pequeños detalles que te hacen sentir como en casa. Regalo de bienvenida, juguetes en el interior y exterior, piscina portátil, parque de columpios. El caserío es precioso y los alrededores muy bonitos. Super recomendable para familias.

Me sentí como si me trataran como a un rey, no tengo ninguna razón para quejarme.