Nos gustó todo. Destacamos a María, la dueña. Es una persona encantadora que hace que te guste aún más el lugar. Gracias María por todo. nos encantó el bar Santiago, recomendado por María. Santiago nos trató genial, la comida casera fue estupenda y el servicio fue muy amable. La ubicación del apartamento es perfecta, en un entorno tranquilo. Está bien equipado y se permite llevar mascotas. La atención de Mercedes fue maravillosa, pendiente de todo. El lugar está pensado con mucho gusto y tiene detalles como estufa de pellets y paraguas disponibles. El trato del barecito del pueblo fue muy amable y cuidaron mucho de los peregrinos. Nos sentimos como en casa y es un lugar para recordar.

Me sentí muy atendido, no me puedo quejar.

Nos quedamos en unos apartamentos al finalizar el Camino de Santiago y quedamos encantados. La ubicación era perfecta, justo en el camino, lo que nos permitió saludar a los peregrinos y desearles una buena llegada. Además, el apartamento estaba muy bien insonorizado, por lo que apenas se oía ruido de la calle. La cama era súper cómoda, la ducha era espectacular y el trato del personal fue maravilloso. nos gustó que tenían estufa de pellets para mantener el apartamento calentito y hasta paraguas por si los necesitábamos.

La distribución del apartamento no era la mejor, hubiera sido ideal tener una televisión en el salón para descansar y relajarnos al finalizar el día.

Nos encantó nuestra estancia en Apartamentos Turísticos La Calleja. La cama era muy cómoda y la ducha era espectacular. Además, la ubicación era perfecta, ya que a pesar del ruido de la calle, apenas se oía con las ventanas cerradas. El trato que recibimos por parte del personal fue excelente, especialmente de María, la dueña. Ella hizo que nos sintiéramos como en casa. nos gustó mucho la decoración y los detalles del apartamento, como la estufa de pellets y los paraguas disponibles. El bar del pueblo también nos trató muy bien y la comida casera estaba deliciosa. Definitivamente, fue una buena elección haber elegido quedarnos en Castañeda. ¡Nos sentimos como en casa y es un lugar para recordar!

Nada negativo.

Me encantó la ubicación, justo en el camino de Santiago. Pude saludar a los peregrinos mientras descansaba en el jardín y disfrutaba del sol. La cama era súper cómoda y la ducha espectacular. El trato del personal también fue excepcional, muy amables y atentos con mi equipaje que llegó por correos. Además, el apartamento estaba bien insonorizado, apenas se oía ruido de la calle con las ventanas cerradas.

Solo eché de menos algunos detalles, como cápsulas de café para la máquina especial que tenían. Aunque durante el camino me alojé en varios apartamentos que sí proporcionaban esos detalles.