Me gustó mucho mi estancia en este hostal. La propietaria fue muy amable y nos dio excelentes recomendaciones para visitar los lugares más hermosos de la zona. Nuestra habitación tenía unas vistas increíbles y era muy amplia y cómoda. Además, la relación calidad-precio era excelente.

Fuimos a pasar un fin de semana en Hondarribia y a conocer los alrededores. Desde el principio, Kikis fue muy atenta con nosotros, facilitándonos toda la información turística del entorno. El desayuno que ponen es muy completo, y en todo momento están pendientes de que no falte nada. La casa es como un museo de arte decorada con mucho gusto y las creaciones de la artista Kikis. Recomiendo esta experiencia, ¡viva el arte y el relax!

Recomendaría a todos este lugar.

Mi experiencia en este hostal fue maravillosa. Desde el momento en que llegamos, la propietaria se mostró muy implicada en brindarnos información sobre los mejores lugares para visitar en la zona. La habitación en la que nos hospedamos tenía unas vistas impresionantes y la casa en general estaba muy limpia y bien decorada. Además, la amabilidad y atención del personal fue exquisita. Sin duda, uno de los lugares más bonitos que hemos visitado durante nuestro viaje.

Todo bien 👍

Habiendo viajado en auto, la ubicación fue conveniente y cerca de la ciudad. La dueña del hotel fue muy amable y atenta, brindándonos consejos útiles para disfrutar de la zona y asegurándose de que nuestra estadía fuera cómoda. Además, el hotel cuenta con estacionamiento gratuito en frente del establecimiento.

Apartado y tranquilo pero cerca de Irún y Hondarribia. Habitaciones agradables y baño aceptable con buena ducha. Merece la pena visitar la zona. Rodeado de naturaleza y arte. Trato amable por parte de los dueños.

Las habitaciones con baño individual y vistas de ensueño fueron impresionantes. Aunque somos urbanitas, disfrutamos del entorno tranquilo y hermoso. La estancia fue una de las mejores cosas de nuestro viaje por el País Vasco. La dueña, Hilda, fue muy amable y nos dio buenos consejos para visitar la zona. La casa y su decoración peculiar eran impresionantes. Nos sentimos como en casa desde el momento en que llegamos. El desayuno fue completo y delicioso.

Me sentí como en un cuento de hadas, no tengo ninguna queja.

Ubicación tranquila, rural y con vistas bonitas. Recientemente reformado, con decoración original. Amplias habitaciones con buenas vistas. Aparcamiento propio. Baño completo y bien equipado. Propietarios amables y atentos.

Nos encantó la casa y su decoración detallada. Todo estaba impecablemente limpio. Nuestra habitación era espaciosa, con grandes ventanales y hermosas vistas. La casa está ubicada en un entorno fantástico, rodeado de caseríos impresionantes. Además, la dueña fue encantadora y muy atenta. Incluso tuvo un gesto especial con nosotros debido a un problema personal que nos hizo llegar un día más tarde. Definitivamente, disfrutamos de una experiencia relajante y cómoda durante nuestra estancia de un par de días.

Como punto negativo, echamos de menos un salón de descanso o lectura en la casa rural. También consideramos que las habitaciones eran bastante básicas, y el aire acondicionado resultaba ruidoso e ineficiente para calentar la habitación.

La limpieza impecable, las instalaciones del hotel excelentes, el personal muy atento. El desayuno delicioso.

Nada, es perfecto.

La casa era muy bonita y la decoración al detalle. Todo estaba limpísimo. La habitación que reservamos con baño incluido era amplia y con grandes ventanales con vistas. La dueña encantadora y muy atenta.

Nada de verdad.

Nos encantó lo tranquilo y natural que es el entorno de este lugar. Está rodeado de campo y a pocos minutos en coche de la ciudad. La decoración de las zonas comunes es muy bonita y la dueña, Gilda, es una gran artista. Las habitaciones son espaciosas y acogedoras, con camas cómodas y bonitas vistas. Además, el desayuno es delicioso y variado, con croissants frescos cada día.

las vistas desde los ventanales de la habitación fueron impresionantes, tanto de día como por la noche. La ubicación en la falda de la montaña le dio un encanto especial y nos permitió disfrutar de la naturaleza. La atención de la dueña fue excelente, con detalles personalizados y un trato amable.

La cama era bastante incómoda.