El alojamiento súper bonito, de madera y bien organizado. Hombre amable, ayuda para cenar.Lugares cerca y bien recomendados.Ducha con presión y agua caliente.Ambiente acogedor y encantador.Atentos y cordiales en todo momento.Buenos sitios para comer cerca.Amabilidad y atención del propietario.

No hay nada que no me haya gustado.

Casa rural con encanto. Zona tranquila con sendas y rutas por los bosques.- Desayuno excelente.- Trato cercano y amable del dueño.- Buena comunicación y restaurantes cercanos.- Intimidad y paz en el alojamiento.- Ubicación perfecta para tranquilidad y naturaleza.- Mirador idílico dentro del alojamiento.

Casi perfecto.

Una semana inolvidable en un lugar mágico con trato inmejorable, ubicación espectacular, habitaciones limpias y con buen gusto, y desayunos riquísimos. Ideal para desconectar y sentirse como en casa en un paraíso natural.

Me sentí como si estuviera con mi familia, no he tenido ningún inconveniente.

disfrutamos de una estancia maravillosa en leintz-gatzaga gracias a aterbe hostal. los anfitriones fueron amables y atentos, nos hicieron sentir como en casa. las vistas desde la habitación eran impresionantes y el desayuno casero delicioso. definitivamente lo recomendamos a todos los que visiten la zona.

Falta servicio de habitaciones.

Mi estancia en Aterbe fue maravillosa. Pasé tres noches en este encantador alojamiento y quedé gratamente sorprendido. Desde el momento en que llegué, Asís y su familia me hicieron sentir como en casa. Fueron muy amables y siempre estuvieron dispuestos a ayudarme con recomendaciones sobre dónde ir, qué ver y dónde comer. La atención que recibí fue excepcional y me sentí muy agradecido por todo su cariño. Además, el desayuno era delicioso, especialmente el pan casero que servían cada mañana. La limpieza en las instalaciones también era impecable. Sin duda, un lugar y unos anfitriones maravillosos.

Por supuesto que lo recomiendo.

Mis mejores experiencias en este alojamiento incluyen las impresionantes vistas desde la habitación, la ubicación rodeada de montañas y la tranquilidad del entorno. Además, disfruté mucho de los restaurantes del pueblo, donde se come genial. El desayuno fue excelente, con una amplia variedad de opciones como embutidos, bollería, pan de molde, pan artesano. Todo estaba delicioso y me sentí muy cómodo durante mi estancia. El personal también fue muy amable y atento, cuidando cada detalle.

No hay nada malo que decir.

El mejor aspecto de este hotel es su ubicación. Está situado en una zona tranquila, perfecta para desconectar y disfrutar de la naturaleza. Además, está muy bien comunicado y cuenta con restaurantes cercanos.

No me puedo quejar de nada.