Me encantó este hotel. Me sentí como en casa, con la libertad de entrar y salir cuando quisiera, sin tener que lidiar con un conserje todo el tiempo. Además, el restaurante exclusivo para los huéspedes estaba en una ubicación perfecta, con unas vistas impresionantes a las montañas. La comida era de muy buena calidad y el personal me trató de manera excelente. Definitivamente volveré.

Nada, ninguna queja.

Nos hospedamos en Ca L'Angel durante nuestro recorrido por la zona, y quedamos muy satisfechos con nuestra estadía. El hotelito estaba impecable y bien mantenido. La habitación que nos asignaron era amplia, con vistas a las montañas, y la cama era muy cómoda. Disfrutamos de un ambiente tranquilo y silencioso, perfecto para descansar después de visitar la zona. El restaurante del hotel, ubicado en otro edificio al cruzar la calle, fue una grata sorpresa. Georgina, quien nos atendió, fue muy amable. Disfrutamos de una cena deliciosa y un desayuno abundante. Recomendaría este lugar sin dudarlo.

Recomiendo este lugar insistentemente.

Lo que más me gustó fue la limpieza impecable y las excelentes instalaciones. Además, el personal fue muy amable y atento. La ubicación era perfecta, con hermosas vistas a las montañas. El desayuno también fue delicioso. Sin duda, volveré.

Todo fue perfecto.

Nos alojamos en este encantador hotelito durante nuestro viaje a la zona y nos quedamos muy satisfechos. El lugar estaba impecable y bien cuidado. Nuestra habitación era espaciosa, con hermosas vistas a la montaña, y la cama era muy cómoda. Disfrutamos de un ambiente tranquilo y silencioso durante nuestra estancia. El restaurante del hotel, ubicado en otro edificio frente al hotel, nos ofreció una experiencia culinaria maravillosa. Georgina, la encargada, fue muy amable y amigable. Tuvimos una deliciosa cena y un abundante desayuno. Este hotel es ideal para descansar después de explorar la zona, especialmente la Catedral del Vino en el mismo pueblo.

Recomendaría a todos este lugar.

El Hotelito fue muy limpio y bien cuidado. La habitación era amplia con vistas a la montaña y la cama muy cómoda. El ambiente era muy tranquilo y silencioso. El restaurante del hotel estaba en otro edificio cruzando la calle y disfrutamos de una deliciosa cena y un abundante desayuno. Georgina, quien nos atendió, fue muy amable. Era el lugar perfecto para descansar después de explorar la zona, especialmente la Catedral del Vino en el mismo pueblo. Nos sentimos como en casa, sin un conserje en la recepción, y teníamos nuestras llaves para entrar y salir cuando queríamos. Definitivamente volveremos.

Nada, todo fue maravilloso 😊

el hotelito se veía muy cuidado y limpio. la habitación era amplia y la cama muy cómoda. el restaurante tenía buena comida y el personal era amable. disfrutamos de las vistas a la montaña. definitivamente volveremos.

Faltaba un poco más de variedad en el desayuno.