Estuve en Can Serola para celebrar nuestro aniversario y fue una experiencia maravillosa. Nos alojamos por 3 noches y desde el primer momento nos sentimos cuidados y mimados por los anfitriones. El entorno natural y la tranquilidad del lugar nos permitieron desconectar por completo. La comida era deliciosa y el servicio personalizado en una casa preciosa nos hizo sentir como en casa. El jardín y la piscina eran simplemente increíbles, con espacio más que suficiente para relajarse y disfrutar del entorno. La decoración del hotel era fantástica y los detalles en la habitación, como la ducha y la bañera, nos hacían sentir como en un sueño. El personal siempre fue amable, atento y dispuesto a hacer todo lo posible para que nos sintiéramos bienvenidos.

Recomendaría el lugar sin duda alguna.

Decoración exquisita con arte y jardín bosque precioso. Servicio educado y respetuoso con mascotas. Limpieza y orden en máximo nivel. Relajación en plena naturaleza con vistas espectaculares. Habitaciones cómodas y baños amplios. Personal atento y discreto. 😊

El paisaje y la tranquilidad fueron lo mejor de mi estancia. Disfruté de hermosas vistas naturales y de un ambiente tranquilo y relajante. Además, pude llevar a mi mascota, lo cual fue una gran ventaja.

Hubo algunos aspectos negativos que afectaron mi experiencia. En primer lugar, las zonas comunes externas no estaban adaptadas para días lluviosos, lo cual fue bastante incómodo.

Los mejores aspectos de mi estancia fueron la limpieza impecable, las fantásticas instalaciones del hotel, el fácil acceso al estacionamiento y la conveniente ubicación cerca de Girona, el museo de Dalí en Figueres y el hermoso pueblo de Besalú. Además, pude disfrutar de un relajante día en la piscina, disfrutando de las impresionantes vistas del campo catalán. El desayuno fue delicioso y el personal atento y amable. Sin duda, volveré en el futuro.

Mi pareja y yo nos alojamos en Can Serola durante tres días y fue una experiencia maravillosa. La ubicación, rodeada de vegetación y con vistas a la montaña, fue perfecta para desconectar y relajarnos. También disfrutamos de la piscina y el jacuzzi, que nos proporcionaron momentos de gran relajación. La suite con decoración marroquí en la que nos alojamos superó nuestras expectativas, con detalles encantadores y un amplio espacio. Además, cenar en el jardín a la luz de la luna y con velas nos pareció espectacular.

Puedo recomendar este hotel a todos.