Un hotel excepcional en medio de la naturaleza, rodeado de montañas y con hermosas vistas. El trato del personal es magnífico y el desayuno y las cenas son deliciosos. Las habitaciones son acogedoras y las chimeneas crean un ambiente cálido. ¡Gracias por unos días divinos! 🌳🏔️🌟

El lugar es muy tranquilo y pacífico, rodeado de naturaleza y con vistas espectaculares. Las habitaciones son acogedoras y armoniosas, con chimeneas para pasar ratos cálidos. El personal se esmera en hacer que te sientas como en casa, desde el anfitrión que te recibe hasta el chef que prepara deliciosas cenas. El desayuno es excelente y la terraza es perfecta para practicar yoga y desconectar.

El acceso al hotel puede resultar complicado si no tienes un coche grande.

una visita breve pero maravillosa en san martín de solana. casa de san martín hostal es simplemente espectacular. todo desde el entorno, la atención del personal, la restauración de la casa, hasta el desayuno y la cena, superaron mis expectativas. sin duda una experiencia inolvidable.

falta de opciones veganas en la cena

Mi estancia en Casa de San Martín fue simplemente increíble. La habitación era espectacular, con una decoración encantadora y todas las comodidades que necesitaba. El entorno natural era maravilloso, perfecto para relajarse y disfrutar de la tranquilidad. El trato del propietario, David, fue excepcional. Desde el momento en que llegué, me hizo sentir como en casa y siempre estuvo disponible para cualquier consulta o recomendación. debo mencionar las deliciosas comidas que disfruté durante mi estancia. Cada cena era un auténtico festín y la calidad de los platos era equiparable a un restaurante con estrella Michelin. Sin duda, recomendaría este lugar a cualquiera que busque una experiencia única y memorable.

Recomendaría este hotel sin duda alguna. La experiencia en Casa de San Martín fue simplemente inolvidable, desde la habitación hasta el entorno y la atención personalizada que recibí.

Casa de San Martín Hostal es maravilloso para los sentidos. Nos encantó la ubicación, la tranquilidad y la decoración del lugar. Los ambientes son selectos pero a la vez familiares, lo cual nos hizo sentir como en casa. Además, las vistas y los pequeños detalles en cada rincón nos dejaron fascinados. Tanto el desayuno como la cena fueron una delicia, a la altura de un restaurante con estrella Michelin. El personal, encabezado por Mario, fue carismático y siempre dispuesto a ayudar. ¡Incluso aceptaron a nuestra mascota sin problemas! Definitivamente, volveremos para disfrutar de todo lo que nos hemos perdido.

No había nada que no nos gustara 😊