¡Qué experiencia tan encantadora! Me hospedé en un hotel ubicado en el casco antiguo de la ciudad, rodeado por las majestuosas montañas. La habitación que me dieron era amplia, bonita y acogedora, además de estar impecablemente limpia. El personal fue muy atento y simpático, brindándome información sobre los lugares de interés del pueblo. El desayuno en el comedor con terraza fue una delicia, con un pan moreno delicioso. Sin duda, un lugar perfecto para descansar y disfrutar de las maravillas de la vida.

El único inconveniente fue que el empleado nos ofreció prepararnos un desayuno para llevar y al día siguiente no había sido preparado.

Me gustó mucho mi estancia en este hotel en el centro del pueblo. Una ventaja clave fue la vista que tenía desde mi habitación, era simplemente preciosa. Además, la ubicación era perfecta, ya que estaba cerca de todas las atracciones principales del pueblo. Otra cosa que disfruté fue el desayuno en el restaurante, la comida era deliciosa y el ambiente era muy relajante.

Hubo algunas cosas que no me gustaron. En primer lugar, había un poco de ruido en las habitaciones que daban a la calle, lo cual no me permitió descansar completamente.

El personal es encantador y muy cercano. Las habitaciones son amplias y acogedoras, con vistas a la sierra.El salón para cenar o tomar una copa es una delicia.La cocina ofrece platos deliciosos, especialmente los postres de La Argentina.La terraza en la última planta tiene vistas espectaculares y un bar comunitario.

Me sentí muy seguro, no tengo ninguna queja en absoluto.

Antigua casa renovada con buen gusto. Habitaciones amplias y acogedoras con vistas a la sierra. Salón y terraza con vistas espectaculares. Personal encantador y atento. Desayuno de calidad.

el hotel es precioso, con una decoración original y mucho estilo. Las habitaciones son amplias y confortables, y la terraza del bar y la azotea ofrecen unas vistas impresionantes. Sin duda, superó mis expectativas durante este crucero en Jimena De La Frontera.

la cisterna de mi habitación seguía funcionando mal, a pesar de haberme hospedado en el hotel hace tres años y haberlo mencionado. parece que el mantenimiento de las habitaciones no es una prioridad.

Casa Henrietta es un hotel encantador en un pueblo con encanto. Nos enamoramos de la ubicación, el entorno y la calidad del lugar. El personal, incluida Melisa, fue encantador y nos hicieron sentir como en casa. La habitación era espaciosa, con una decoración llamativa y vistas a las montañas. La limpieza y comodidad eran excelentes, al igual que el cuarto de baño. La cena en el restaurante del hotel fue abundante y deliciosa. Sin duda, una estancia que recomendamos y repetiremos en el futuro.

Nada en absoluto de lo que quejarse! 😊

La cama enorme y comodísima. Habitación grande y espaciosa.Vistas geniales.Personal amable.Desayuno satisfactorio.Melisa y el resto del personal magníficos.Ubicación muy buena.Decoración con piezas de arte destacables.

No he tenido ningún problema.