Me encantó encontrar un remanso de paz en plena naturaleza. Disfruté de la tranquilidad y el silencio del lugar, lo cual me permitió desconectar por completo. Además, el trato de los anfitriones fue excepcional, siempre atentos a lo que pudiéramos necesitar. La ubicación del hotel también fue perfecta, cerca de varios pueblos hermosos y con muchas rutas y senderos para los amantes de la naturaleza. Pero lo que más me gustó fue la acogedora chimenea encendida a nuestra llegada y poder disfrutar del espectáculo de las estrellas en el patio mientras tomábamos una copa de vino. Sin duda, es un lugar al que volveré.

No encontré nada que no me gustara, todo fue maravilloso. Me encantó la casa en su conjunto, y admiré el trabajo que han realizado en su restauración.

Casa reformada con gusto y respeto al entorno. Privilegio alojarse en un pueblo abandonado recuperado.- Silencio y tranquilidad cerca de Boltaña y Ainsa.- Excelente trato y atención de los anfitriones.- Ubicación perfecta para desconectar y disfrutar de la naturaleza.- Carretera con buen asfalto y cerca de servicios en Boltaña.- Anfitriones amables y respetuosos.- Información útil y atención personalizada.

Nada que no me haya gustado.

Acogedor alojamiento rural con vistas a las montañas y jardín. Tranquilo y silencioso. Personal atento y amable. Comida casera deliciosa. Biblioteca con información local. Ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza. 😊

La ubicación es excepcional, en una aldea alejada del ruido y donde se desconecta de todo. El entorno es fantástico y se convierte en un campamento base perfecto para explorar la zona. El hotel cuenta con todo lo necesario para estar relajados y ofrece un ambiente tranquilo. El personal es amable y atento, nos dieron buenos consejos sobre lugares interesantes para visitar. El desayuno fue increíble y a un precio económico.

Imposible encontrar algo.

La estancia en Casa Juez fue una experiencia maravillosa. El valor por el dinero fue excelente, la habitación era acogedora y cómoda. La ubicación en lo alto de la montaña era simplemente impresionante, perfecto para aquellos que buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza. El personal, especialmente Miguel y Néstor, nos trataron de manera excepcional, siempre atentos a nuestras necesidades y haciéndonos sentir como en casa.

Las delicias para el desayuno podrían haber sido mejoradas. Por lo demás, la pista de acceso a Ascaso fue un pequeño inconveniente, pero nada grave.