La habitación doble con balcón era genial, me sentí como en casa. El desayuno casero es insuperable.

La cama hacía ruido, pero quizás solo me molestó a mí.

Experiencia inolvidable

Quedé encantado con la ubicación privilegiada, el encanto del alojamiento y el desayuno espectacular. El personal fue muy amable y servicial, lo que hizo que mi estancia fuera inolvidable. Sin embargo, sería ideal tener espejos más grandes en las habitaciones para mayor comodidad.

¡Me encantó mi estancia en este precioso hotel en el Camino de Santiago! La casa está remodelada con mucho gusto y las habitaciones son preciosas. Los baños son modernos y todo estaba impecable. Además, la ubicación es perfecta, a solo dos cuadras del centro y de los restaurantes. Pero lo mejor de todo fue la amabilidad y cariño con el que nos recibieron. Las personas que nos atendieron fueron muy amables y nos ayudaron en todo lo que necesitamos. También destacaría el increíble desayuno que nos ofrecieron. Fue como un desayuno de cuento, con loza inglesa, flores y muchos detalles bonitos. Cocinaron ellos mismos muffins, galletas, mermelada y unos huevos deliciosos para el camino. ¡Lo recomiendo mucho!

La ubicación cercana al centro de la ciudad me permitió disfrutar de la comodidad de estar cerca de restaurantes y tiendas. Además, la limpieza del hotel era impecable, lo que me hizo sentir muy cómodo durante mi estadía. El desayuno fue uno de los puntos destacados, con una amplia variedad de opciones deliciosas. El personal fue extremadamente amable y servicial, brindándome una atención excepcional en todo momento.

No hay nada malo que decir.

qué decir de esta estancia en Casa Leopoldo camino de santiago en Palas de Rei. simplemente increíble. La decoración victoriana nos transportó a otro tiempo, la habitación acogedora nos hizo sentir como en casa y el desayuno espectacular fue el brunch de nuestros sueños. Pero lo que más nos impactó fueron las personas mágicas que conocimos allí. Nunca olvidaremos esa paz que nos regalaron. Volveremos sin duda. Gracias.

Falta persiana o cortina oscura.

Todo me encantó. Llegué después de hacer una etapa del Camino de Santiago y estaba agotada, pero me recibieron con un cariño que no me esperaba. Fue como llegar a mi propia casa. La atención fue exquisita y la charla que tuve con Lolita, una de las dueñas, en el patio fue maravillosa. Me hicieron sentir en un lugar mágico y lleno de cariño. Además, el desayuno fue estupendo, con bizcochos y magdalenas caseras. El huevo de peregrino que me prepararon fue una delicia. La ubicación del alojamiento facilita el descanso por la noche y la casa está decorada con mucho gusto. Recomendaría el lugar sin duda alguna. ¡Gracias de corazón!