Nuestra estancia en Casa Llobera fue fantástica. Desde el amable dueño que atiende todas nuestras peticiones hasta las personas como Romel que nos atendieron en las comidas y nos ayudaron a que no nos faltara de nada. Recomendamos este lugar especialmente a aquellos que buscan un entorno tranquilo en medio del campo, sin niños, ya sea para desconectar o tener una sorpresa romántica. Además, cada detalle está cuidado hasta el último detalle, lo cual nos encantó.

Todo estupendo 😃

Buscábamos un hotel en un ambiente tranquilo para explorar una hermosa región. Este hotel cumplió todas nuestras expectativas. Las habitaciones son amplias y acogedoras, con camas cómodas y baños de lujo. El servicio es excepcional y los propietarios son amables y atentos. El desayuno es delicioso y completo, perfecto para comenzar el día. Además, el hotel cuenta con un jardín encantador, ideal para relajarse y disfrutar de la paz y tranquilidad del entorno.

No hemos encontrado ninguna desventaja durante nuestra estancia en este hotel.

Servicio personalizado y cuidado, habitaciones confortables, comida deliciosa, atención perfecta, ambiente acogedor y familiar, hermosa arquitectura.

Maravilloso lugar restaurado con atención impecable, exquisitos detalles y un ambiente relajante rodeado de naturaleza. Los anfitriones encantadores y el jardín es un oasis de tranquilidad. Cena y desayuno deliciosos con toque casero. Habitaciones acogedoras y cómodas. Una experiencia única y placentera. 🌳✨🍽️🛌🌸

Buscábamos un hotel pequeño en un entorno tranquilo desde donde explorar el Priorat. Superó todas nuestras expectativas. Nada que envidiar a un château o una manor inglesa, con un toque más funcional y contemporáneo. Decorados sencillos pero elegantes que armonizan con los fondos originales en piedra y madera. La habitación amplia y cálida, con cama comodísima y una bañera que invita a no salir nunca. Imprescindible también el desayuno - nosotros. lo convertimos en un brunch y nos fue de perlas para luego no tener que parar a comer. Felicidades a los dueños, Saray y Jaume, por la pasión que transmiten y por hacer de nuestra estancia un auténtico placer.

Recomendaría a todos este lugar.

Me encantaron los detalles exquisitos y la atención humana y personalizada del equipo de Casa Llobera 1792. ¡Un servicio de máxima calidad hostelera!

Me sentí como en casa, no tengo ninguna pega.