una pequeña escapada a reboredo se convirtió en una experiencia única en casa maria o grove. las vistas a la ría desde la habitación fueron impresionantes, la limpieza impecable y el desayuno casero delicioso. javier, el anfitrión, nos hizo sentir como en casa con su atención excepcional.

falta algo de variedad en desayuno.

Me encantó la decoración moderna y práctica del hotel, con áreas comunes amplias y acogedoras ideales para descansar. La accesibilidad para personas mayores fue excelente, con pasillos anchos y ascensores convenientemente ubicados para facilitar el desplazamiento.

Me gustaría que hubiera más opciones de entretenimiento para personas mayores durante la estancia.

Vistas al mar increíbles, desayuno sorprendente con croissants y fruta fresca, y el anfitrión Javier es un encanto, tan servicial que te hace sentir como en casa.

Qué brisa tan refrescante con todas las ventanas abiertas para combatir la falta de aire acondicionado!